En territorio comanche

La opinión sobre el Sporting y el Oviedo: ¿Y cómo quedó la Ponferradina?

Debacle en Gijón a pesar del maquillaje final del resultado. Aburrimiento en Oviedo. Definitivamente, la mediocridad va ganando en la madreñina "furgolística"

Juan Otero conduce el balón durante el Sporting-Mirandés

Juan Otero conduce el balón durante el Sporting-Mirandés / Ángel González

Pablo González

Pablo González

Debacle en Gijón a pesar del maquillaje final del resultado. Aburrimiento en Oviedo. Definitivamente, la mediocridad va ganando en la madreñina "furgolística". Y lo que nos queda por ver. Empezando por lo último, el Sporting hizo internacional al Mirandés, un equipo que solo había sumado ocho puntos en catorce partidos como visitante y que le pegó un baño a los locales hasta que decidió que todo estaba hecho y sacó la tumbona.

Los rojiblancos, con #hashtag o si él, con MAR o sin él, no acaban de dar con la fórmula ni son capaces de encontrar el famoso punto de inflexión que un día de estos se nos anunció que había llegado. Pues va a ser que no... El asunto tendrá que esperar a jornadas mejores, que más vale que lleguen cuanto antes porque el calendario, que en Segunda no es definitivo, es de los que meten miedo.

Mientras, a 28 kilómetros siguen atascados y con nervios dentro y fuera. El Almirante Cervera no renuncia a sus principios y mantiene que mejor que no pase nada durante el partido que ocurra algo y vaya a ser en contra del Oviedín. Con estos mimbres, bueyes y tal y tal habrá que hacer el cesto y arar. Hay que aferrarse a que parece que los hay peores, mucho peores. De momento, la pregunta que más se repetirá a un lado y otro del Potomac será: "¿Cómo quedó la Ponferradina?". Así está el panorama, triste panorama, ¿oyisti, güey?

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