En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: El VAR, el derbi y los papás

La perspectiva que dan las horas pasadas tras los partidos de los dos grandes de la madreñina "furgolística" otorgan más valor al punto sumado por el Sporting en Las Palmas y matizan la derrota de rebote del Oviedo en Granada

Entrenamiento del Sporting en Mareo tras el partido en Las Palmas

Entrenamiento del Sporting en Mareo tras el partido en Las Palmas / ANGEL GONZALEZ

Pablo González

Pablo González

La perspectiva que dan las horas pasadas tras los partidos de los dos grandes de la madreñina "furgolística" otorgan más valor al punto sumado por el Sporting en Las Palmas y matizan la derrota de rebote del Oviedo en Granada. El margen con el descenso de Sporting y Oviedo se mantiene más o menos gracias a que la Ponferradina no acelera. Y queda una jornada menos. Luego está lo de los calendarios, que de poco valen en Segunda, donde un equipo descendido le puede amargar la vida a uno de los grandes.

Lo que va quedando claro, si no lo estaba ya, es que, salvo que los de MAR y los del Almirante Cervera se desmelenen y hagan los deberes que hasta ahora se les han ido atragantando, no se sabrá prácticamente hasta el final si la permanencia está (o no) atada y bien atada. Esto nos lleva, amiguinos y amiguinas, a vislumbrar un derbi caliente, caliente. Vamos, lo que nos faltaba para rematar un año "furgolístico" lleno de sobresaltos.

Por lo demás, en Gijón, y en cierta medida también en Oviedo, siguen apuntando a los árbitros de campo y a los del VAR, en un ejercicio de esos que pueden acabar siendo más perjudiciales que beneficiosos por eso de que el colectivo tiene el colmillo retorcido, memoria de elefante y paciencia para servir la venganza como un plato frío, muy frío. En lo meramente "furgolístico", el Oviedo ha recuperado la versión que quiere el Almirante, esa de que pasen pocas cosas y siempre lejos del área propia, aunque ahora el trato con la pelota sea un poco mejor.

Mientras, a 28 kilómetros Miguel Ángel Ramírez, con #hashtag o sin él, le ha dado la vuelta al sistema, que efectivamente demuestra tener vida propia. Se ha acabado eso de creerse el Barça de Guardiola para buscar amarrar atrás y ya veremos lo que pasa allí adelante. Por lo demás, puertas cerradas en Mareo para los papás y mamás. Visto lo visto tras lo ocurrido este fin de semana en el fútbol base astur, nada que objetar, con padres metidos a entrenadores-representantes que están sin desasnar, ¿oyisti, güey?

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