En territorio comanche

La opinión sobre el Sporting y el Oviedo: El amateur y la higiene

Ni con MAR, que defiende que está ayudando a acabar con el amateurismo que se encontró cuando llegó al club, el Sporting tiene pinta de que vaya a mejorar mucho la clasificación de la temporada pasada. Mientras, en Oviedo ya hay debate sobre el futuro de Borja Sánchez

La Mira Zítrica

La Mira Zítrica / Mortiner

Pablo González

Pablo González

El Sporting acelera en los despachos a la espera de que este fin de semana se acabe definitivamente su temporada ya sea por méritos propios o por deméritos del Málaga. Una derrota de los de MAR en Éibar y una victoria del Málaga en Vitoria alargaría el sufrimiento, el sopor y la sensación de ridículo hasta la última jornada.

Pero como no parece –crucemos los dedos– que el Málaga vaya a ganarlo todo e igualar el goal-average con los rojiblancos, pues que pase el siguiente. Lo cierto es que ni con MAR, que defiende que está ayudando a acabar con el amateurismo que se encontró cuando llegó al club, el Sporting tiene pinta de que vaya a mejorar mucho la clasificación de la temporada pasada, una de las peores en la historia de la entidad gijonesa.

Dando por bueno que no habrá milagro en Málaga, el análisis de la primera temporada de Orlegi en Gijón daría para una enciclopedia. De mano, se avecina otro verano en el que habrá que resetear el disco duro y enviar a la papelera las caras de los "furgolistas" que se irán para hacer sitio a los nuevos cromos que llegarán. Se quiere reforzar todas las líneas. Luego habrá que ver si hay traspasos –todo apunta a que así será– y esperar que lo que venga del conglomerado orlegiano mejore las prestaciones de los que aterrizaron desde México y otros entes satélites a lo largo de esta temporada que está a dos suspiros de terminar.

Mientras, a 28 kilómetros los puristas rezongan por lo bajinis sobre la situación de Borja Sánchez en el universo del Almirante Cervera. Los defensores del "10" tienen la mosca detrás de la oreja después de que el chaval se quedara en el banquillo las dos últimas jornadas tras entrar en el once una vez sufrida una larga travesía por el desierto. Habrá que ver si, como la titularidad de Tomeu, la suplencia de Sánchez es por "higiene del vestuario", ¿oyisti, güey?

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