En territorio comanche

La opinión sobre el Sporting: Un adiós que lo resume todo

La historia de Cali Izquierdoz en la entidad orlegiana puede servir de resumen de lo que ha sucedido en el primer curso en el que se aplicó el modelo Irarragorri. Su llegada, como la de sus jefes, generó ilusión, pero la ilusión o se riega y se fomenta con hechos o acaba convirtiéndose en un globo inflado con humo

Pablo González

Pablo González

El Sporting va despejando el camino hacia la revolución que quiere acometer en su plantilla tras una decepcionante temporada que por fortuna duerme ya el sueño de los justos. Mientras otros juegan el play-off de ascenso a Primera, en Gijón le han enseñado la puerta de regreso a México a Cali Izquierdoz. La historia del argentino en la entidad orlegiana puede servir de resumen de lo que ha sucedido en el primer curso en el que se aplicó el modelo Irarragorri. La llegada del central, como la de sus jefes, generó ilusión por eso de que aterrizaba en El Molinón un tipo que había sido capitán del Boca Juniors.

Fue uno de los fijos hasta que Abelardo dejó su sitio a MAR, con #hashtag o sin él. Luego fue perdiendo protagonismo y apareciendo más de lo deseable en la foto cuando algo malo pasaba en el área de los gijoneses, sobre todo esos penaltis en los que fue cazado por el trencilla o el VAR. Y pasó lo que pasó. La ilusión o se riega y se fomenta con hechos o acaba convirtiéndose en un globo inflado con humo.

Ahora, la salida de Cali Izquierdoz hacia el México lindo y querido aligera la masa salarial de la plantilla, esa que se quiere remozar para, cuando menos, no pasar apuros la próxima temporada después de dos años consecutivos siendo de los últimos de la fila. Está por ver si otro vendrá que bueno me hará, o si se acertará en su sustituto, que a MAR le gustan (¿o le gustaban?) los centrales espigados y con buen pie para sacar el balón jugado "made in La Masía". Pero ya saben que el cuento puede cambiar en dos parpadeos, ¿oyisti, güey?

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