Opinión | En territorio comanche

La opinión sobre el Sporting y el Oviedo: Copa y brazaletes negros

El papel del Sporting y el Oviedo en el torneo del KO y la tragedia de Valencia

Aficionados del Sporting en Los Pajaritos

Aficionados del Sporting en Los Pajaritos / Área 11

Los dos grandes de la madreñina han salido adelante, cada uno a su manera, del atracón de partidos de los últimos quince días. El penúltimo paso lo dieron en la primera ronda de la Copa del Rey, marcada por la tragedia, por la llegada del apocalipsis en forma de agua, barro y todo lo imaginable que se ha llevado la vida de demasiada gente. El fútbol, como el resto del mundo, está de luto y, por ello, qué menos, se han suspendido un montón de partidos. Entre ellos, el Valencia-Real Madrid, que tenía como percha principal ver cómo recibían en Mestalla a Vinicius después de quedarse sin el Balón de Oro y todo el show que el tito Floren y los suyos montaron en modo de pataleta de niño de 3 años. Estupideces que se quedan en nada al lado del dolor.

Pero la vida sigue, esperemos que no igual, y, por ejemplo, en Gijón se felicitan por haber superado al Numancia. Se estrenó como titular y goleador Oyón, otro producto de Mareo que se suma a la causa. Habrá que esperar algún tiempo para saber si Oyón se añadirá a la lista de nombres de Mareo que hacen carrera en el primer equipo o a la de aquellos que pueden presumir de haber debutado con el club de sus amores y poco más. Mientras, el Oviedín rindió visita al Ávila, con los recuerdos de cuando los azules se medían a ese tipo de equipos en los tiempos en los que estuvo fuera del "fúrgol" profesional. Calleja aprovechó el asunto para dar minutos a casi todos los suplentes y oxígeno a piezas vitales con Santi Cazorla. La famosa unidad B no cumplió, y otro día más en la oficina acabó en amargura a la espera de la siguiente jornada liguera en la que habrá minutos de silencio y brazaletes negros. Veremos qué pasa y lo que nos cuentan. Ojalá que sea algo bueno. Pero si no, no pasa nada. Las tragedias son otras, ¿oyisti, guey?

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