Opinión | En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: De momento, un caminito feliz

Sobre la buena temporada del Sporting y del Oviedo

Aficionados del Sporting en El Plantío

Aficionados del Sporting en El Plantío / Marcos León

Felicidad desbordada en una de las orillas del Potomac, alegría contenida en la otra. El Sporting abrió la jornada "furgolística" en la madreñina cumpliendo con el doble objetivo que le habían marcado: volver a ganar fuera y no convertirse en el brebaje mágico que resucitara a un equipo en crisis como el Burgos de Michu y Borja Sánchez. Y eso que los inquilinos de El Plantío las tuvieron de varios colores para amargarles la tarde a los rojiblancos. Pero no contaban con Yáñez. El meta permitió que la Mareona no se fuera de morros con varias paradas de portero top. El catalán cumplió con matrícula de honor: invitó a que no se cortara la digestión y a la fiesta posterior.

No hizo como esos personajes miserables que dicen invitar al ágape y luego huyen cuando llega la cuenta. Para rematar el asunto apareció, y ya van unas cuantas, Dubasin. Provocó el penalti del 0-1 y luego marcó un golazo desde fuera del área. El Pingüino sigue tomando ventaja respecto a Hassan, su colega de trueque Sporting-Oviedo.

Mientras, punto de esos que se dicen agridulces sumado por los azules en Albacete. Los de Calleja mostraron pegada gracias a Alemão, que tiene pinta de que le va a poner las cosas muy difíciles al deseado Toro Viñas. El rubio brasileño ya suma seis goles, una cifra bastante decente a estas alturas de año. Pero el Oviedo les dio vida a los manchegos con dos errores en defensa de esos que cuestan puntos, títulos y ascensos. De todas formas, los de la casa azul siguen arañando puntos y aferrados a los puestos de play-off.

Otra historia es el Racing de Santander de JAL. Los de José Alberto están batiendo récords: lo han ganado todo fuera de casa. Llevan siete de siete. Un pleno de los más difíciles que mantiene a los cántabros como líderes destacados. Aunque no hace falta decir que el camino es muy largo y que cualquier arriero te puede pintar la cara, ¿oyisti, güey?

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents