La opinión sobre el Sporting y el Oviedo: Las obras de los que entran y de los que salen

Unos vienen y otros se van, las obras quedarán y tal y tal. Algo así cantaba en su momento Julio Iglesias para que la vida siguiera no se sabe si igual, mejor o peor. El Oviedo acelera en su minirrevolución invernal para acabar de ajustar una plantilla que en Pachuca quieren que sea la del ansiado ascenso a Primera. Entra Portillo y se va Dotor. La que fuera una de las perlas de La Fábrica del Real Madrid, ahora propiedad del Celta de Vigo del amigo íntimo de Jesús Martínez, llegó este verano a Oviedo para la ilusión de más de uno.

Pasan las jornadas, las semanas, los meses y el mediocentro no acaba de hacerse con un sitio, por lo que, los que saben de esto, lo ven con los dos pies fuera de la casa azul. Para cubrir su hueco llega un veterano como Portillo, que reconoce que la mediación de Santi Cazorla ha sido clave en su fichaje por los carbayones. Veremos a final de temporada el historial estadístico de unos y otros.

Al mismo tiempo, nos cuentan que la nueva ciudad deportiva en La Manjoya será pequeñina y galana, pero que se podrá ampliar si nace muy justita o dejarla como nazca si va floja de pantalón y da de sobra. Aunque se sigue esperando por la fecha de inicio de los trabajos y los plazos. También se anuncia una nueva tienda oficial, lo que está por ver es dónde y cuándo.

Mientras, a 28 kilómetros se centran en renovar lo que ya tienen, como es el caso de Nacho Méndez, con el que ya se negocia. El que no estará para ver si el de Luanco sigue o no sigue es Iñaki Tejada, que ha hecho de casi todo en el club en las últimas décadas. Lo dicho, este entra, aquel sale y ya se verá cómo lucen las obras de unos y otros, ¿oyisti, güey?

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