Opinión | En territorio comanche

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: El latón y el trueno azul

Sobre la Mareona que se avecina y la victoria del Oviedo por la vía rápida

Aficionados azules en el Tartiere durante el Oviedo-Tenerife

Aficionados azules en el Tartiere durante el Oviedo-Tenerife / Irma Collín

Reina la desilusión en una de las orillas del Potomac mientras que en la otra el domingo dejó muchas alegrías. Pero en el cómputo general los dos grandes de la madreñina "furgolística" viven en las alturas con el permiso del Racing de JAL. El último en actuar fue el Oviedo de Calleja. En media hora, los azules ventilaron el partido ante un Tenerife que tiene un tufillo muy raro, raro. Pero estos son los partidos que dan y quitan la felicidad. Los puntos son los mismos con los de arriba que con los de abajo.

El Oviedín fue un trueno por momentos, lo que le sirvió para sumar su sexta victoria consecutiva en casa y mantenerse como uno de los mejores equipos del fútbol profesional español como local. Se estrenó Sibo como goleador, Seoane hizo un tanto de bandera y debutó el "Toro" Viñas. Y volvió a ver puerta Hassan, que trata de recortar distancias en su particular torneo de la galleta con Dubasin, que sigue a lo suyo. Al franco-egipcio no le gustan las críticas por su rendimiento hasta la fecha si tenemos en cuenta los gestos en la celebración de su tanto, el segundo de azul. Los expertos en leer los posos de té y los huesos de santo aseguran que el mensaje es para aquellos que le zurran y lo comparan con el Pingüino. Por lo demás, a la espera de saber qué tiene Alemão, del que el entrenador visitante, "no diga Mel, diga gol", asegura que es uno de los dos mejores delanteros de la categoría.

Mientras, a 28 kilómetros, la tropa prepara una de las mayores Mareonas de los últimos tiempos. Destino, La Coruña, donde espera un Deportivo que vivió tiempos mejores y que está tratando de consolidarse en el "fúrgol" profesional tras su vuelta. Por lo demás, parón en Primera por la disputa del chollo de la Nations League, a la que da la sensación de que nadie hace mucho caso. Y es que la gente quiere oro y plata, no latón, ¿oyisti, güey?

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