Opinión | EN TERRITORIO COMANCHE

La opinión ante la nueva crisis Oviedo-Sporting: De vuelta al absurdo

Sporting y Oviedo, Oviedo y Sporting están empeñados, como institución, en volver siempre al mismo punto de partida: ahora, nueva pelea por las entradas del derbi

Martín Peláez y David Guerra.

Martín Peláez y David Guerra. / LNE

Sporting y Oviedo, Oviedo y Sporting están empeñados, como institución, en volver siempre al mismo punto de partida. Algo así como el eterno retorno o la piedra que Sísifo tenía que subir una y otra vez a la montaña en una demostración de lo absurdo de la tarea. Hubo un tiempo en el que el lío venía por unos urinarios y las medidas de seguridad para los aficionados visitantes. Con la llegada de los nuevos propietarios –y eso que en México Orlegi y Pachuca no se pueden ni ver– la calma, la normalidad, regresó a las previas y pospartidos. Pero este año, a cuenta de las entradas, ha vuelto la crispación institucional. Quizá sea para calmar a los hinchas más vociferantes y ganarse una medallita. Quizá sea para llenar el campo de batalla de humo y que se olviden asuntos como los últimos resultados.

Por lo demás, y en lo que viene siendo el día a día, que ahora irá al ralentí por eso de las vacaciones a la espera de novedades en el mercado invernal de unos y otros, el parte médico deja inquietantes noticias para el Sporting. Bernal, uno de los fichajes de esta temporada, sufre una grave lesión de rodilla que le hará causar baja para lo que resta de temporada. Si la plantilla de Albés ya iba corta de efectivos, sobre todo de titulares de garantías, la noticia se convierte en un palo. Habrá que esperar para conocer si es un golpe duro, de media intensidad o si los responsables de la dirección deportiva son capaces de anularlo. Sin duda, la lesión trastoca los planes que el Sporting tenía para el mercado del frío, donde quería hacerse con un extremo. Veremos si la familia orlegiana tiene capacidad económica para cubrir la baja de Bernal y dar con el gusto de Albés. Pero pinta mal.

Mientras, en la otra orilla del Potomac, la que está a 28 kilómetros, el miedo a que Viñas se hubiera roto algo más que unas fibras se ha disipado. El uruguayo sufre un problema en el gemelo de su pierna izquierda, así que se supone que en mes y medio estará en perfecto estado de revista. Eso sí, se perderá el derbi. Ya saben, amiguinos y amiguinas, por mucho que se quiera no se puede tener todo, ¿oyisti, güey?

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