Opinión | EN TERRITORIO COMANCHE

Sobre el "el regreso" del Real Oviedo a la Federación Española: Más vale influir que mandar

En la casa azul andan de celebración. Han conseguido recuperar, por fin, su presencia en la junta directiva de la Federación Española de "Fúrgol". Mientras, el Sporting busca refuerzos

El presidente del Oviedo, Martín Peláez, y la directora general del club, María Suárez, consuelan al final de un partido del Oviedo Femenino a Marina.

El presidente del Oviedo, Martín Peláez, y la directora general del club, María Suárez, consuelan al final de un partido del Oviedo Femenino a Marina. / Irma Collín

En la casa azul andan de celebración. Han conseguido recuperar, por fin, su presencia en la junta directiva de la Federación Española de "Fúrgol", donde perdieron su sitio tras la salida del anterior presidente y todos los líos internos, externos e interplanetarios que sacudieron al organismo que rige parte del balompié patrio junto a la patronal de Tebas y compañía, que impidieron que hubiera cierta normalidad en el estamento, aunque está por ver si ha vuelto.

Tan importante es tener una buena política deportiva, dar con el entrenador adecuado, acertar con los fichajes y poseer unas cuentas saneadas y alguien que ponga cuando no llega para pagar la luz y las cocacolas de las máquinas, como disfrutar de un excelente trato en los despachos. El mundo del balón no deja de ser política, donde se mueven grandes intereses y pasta, mucha pasta. Siempre viene bien conocer a quien designa a los árbitros, al que pone y quita, al que da y reparte y tal y tal. El Oviedo ha elegido a María Suárez, directora general del Femenino, para acometer la tarea. Suerte, que la necesitará, y trabajo. Aunque no hay que olvidar esa máxima que dice: "Vale más influir que mandar".

Mientras, en la otra orilla del Potomac, la que está a 28 kilómetros, andan pensando qué hacer en el mercado de invierno una vez que se les ha roto para toda la temporada Bernal. El problema es el de siempre, el dinero, el límite salarial, que, por lo que parece, en el caso del Sporting es cortito y con sifón. La petición de Albés es sobradamente conocida. El técnico rojiblanco quiere un extremo con llegada, con gol, que conozca la competición y que haya tenido minutos para que se pueda integrar a la disciplina de los de Mareo nada más aterrizar en el aeropuerto de Asturias, antes Ranón. Cumplir con todas esas condiciones parece complicado en un mercado tan estrecho y especial como el de enero. A la dirección deportiva le tocará tirar de conocimientos, imaginación, diplomacia y política, mucha política, para vender bien lo que venga, ¿oyisti, güey? n

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