Opinión | EN TERRITORIO COMANCHE

El balance del 2024 de Sporting y Oviedo: Ye malu pa él

Sobre el año del Oviedo y el Sporting y lo que les queda por delante: lograr el ascenso

Aficiones del Real Oviedo y del Sporting

Aficiones del Real Oviedo y del Sporting / LNE

Se acaba el año y cada uno, amiguinas y amiguinos, hará balance a su manera si a lo largo de estos doce meses ha sido bueno, pésimo, nefasto o únicamente "ye malu pa él". Tras quedar claro que nada cambió a pesar de que íbamos a salir mejores tras el covid (qué lejos parece aquello, ¿verdad?), tampoco parece que vayan a cambiar mucho las cosas en el 2025. O sí. Al menos eso quieren, por ejemplo, en la madreñina "furgolística". El primero en regresar al trabajo de los dos grandes del Principado será el Sporting. Albés espera ya a sus muchachos en Mareo. Tendrán que pasar por la báscula, medir los pliegues de grasa y tal y tal en ese rito en el que participan todos y que ya es una tradición para comprobar que los chicos han sido profesionales en estos días de merecido descanso. Los rojiblancos confían en que el 25 será mejor que las últimas semanas del 24, cuando el Sporting arrojó por la borda todo lo bueno que había hecho hasta entonces.

Nada está perdido y nada está ganado teniendo en cuenta que por delante queda toda una vuelta. No hace falta recordar que el curso se retomará con el derbi. Ya van unos cuantos en Segunda, a la espera de que en algún momento suene la flauta y, al menos, uno de los dos equipos vuelva a saborear lo que es sentirse de Primera de verdad. El Oviedín ya suma diez temporadas consecutivas en la categoría de plata tras el regreso al balompié profesional, mientras que el Sporting está jugando su octava campaña del tirón en la categoría. En total, en esta etapa ambos equipos suman más de 760 encuentros en la siempre competida Segunda División.

Por eso todos deberían tener un doctorado en saber cómo va esto de la categoría de plata, donde el dinero importa, pero no lo es todo. Aunque ambos, Sporting y Oviedo, tendrán que mirar bien por la pela para tratar de acertar en el mercado que animará el cotarro en enero. Es la hora de cada director deportivo y demás familia, el momento para que demuestre si es bueno, pésimo, nefasto o únicamente "ye malu pa él", ¿oyisti, güey?

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