Tenemos equipo para subir a Primera en junio

Hace unos días el muy valiente entrenador del Real Oviedo, Javi Calleja, declaró, sin ambigüedades, lo leí en este periódico, que su equipo tiene el nivel y la plantilla necesaria para subir esta temporada a primera división, que es el objetivo que persigue y que no firmaría acabar en los puestos de promoción, que aspira al ascenso directo.

No se anda con eufemismos del tipo: "Procuraremos hacer lo mejor posible", "trabajaremos para estar ahí arriba", "por volver a primera cuanto antes", "es la plantilla que tenemos y con ella hay que tirar p’alante", "colocaremos a los azules en el lugar que merece". ¿Dónde? "Ahí arriba". Mentar el primer puesto trae mala suerte. "Éste es un club histórico...". Pero, ¿hay algún club que no sea histórico?

Mentar la palabra ascenso es algo inusual entre jugadores y entrenadores; eso significa dar pistas al rival, descubrir las intenciones profundas y, sobre todo, comprometerse y provocar frustraciones. Apuestas claras ni de coña; de la misma manera que los políticos nunca fijan la fecha de terminación de un puente o de una vía férrea; a lo sumo aseguran que el puente llevará barandillas y que los raíles serán dos y se colocarán paralelos entre sí.

Bravo por la explícita apuesta de Javi Calleja.

Dice el narrador de "La vuelta al mundo en 80 días", que un inglés jamás bromea cuando se trata de apostar, que va en su temperamento. Así que, tratando de entender el arrojo de Javi, busqué en Wikipedia su nacionalidad, por si había nacido en Liverpool, por ejemplo, o pertenecía al Reform Club, de la calle Pall Mall, 104, de Londres, citada en la obra de Julio Verne. Pero Calleja, que tampoco es aquel de los cuentos, nació en Madrid, y de Madrid escribió Lope de Vega, en el Prólogo de "Isidro": "Cosas hay que los nacidos en esta villa las sabemos en naciendo, sin que nadie nos las enseñe y diga".

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