Opinión | EN TERRITORIO COMANCHE

La opinión sobre el fallecimiento de Juan Pérez Arango: El último presidente de la era del plomo

Fue el directivo que vendió Mareo al Ayuntamiento para salvar al Sporting

Juan Arango, expresidente del Sporting.

Juan Arango, expresidente del Sporting. / Ángel González

Rozando los 90 años, se extinguió la vida de Juan Pérez Arango, el que fuera el último de los presidentes de la era de plomo del Sporting que a punto estuvo de suponer la extinción del club ahogado por las deudas. Arango, hombre fuerte del Fernandismo, mano derecha de José Fernández, también fallecido, pasó a la historia del Sporting por muchas cosas, pero sobre todo por el "¡¡¡véndovos Mareo!!!", la operación con la que el Ayuntamiento de Gijón permitió a la entidad seguir subsistiendo al comprar las marcas y la escuela de fútbol. Comenzaban los años 2000 y Pepín se había cansado de poner les perres.

Por aquel entonces, que el dinero público se utilizase para asuntos como tapar gestiones manifiestamente mejorables de entidades privadas no asustaba a nadie, o a casi nadie. Hoy en día, una operación de esa envergadura sería impensable e imposible: ningún interventor ni abogado consistorial se atrevería a darla de paso. Pero eran aquellos años felices en los que los ayuntamientos, las diputaciones, los gobiernos regionales y quien hiciera falta de la res pública avalaba, daba cheques al portador para fichajes e, incluso, entraba en el accionariado de las SAD. El arecismo, el gabinismo y tal y tal.

Echando la vista atrás, podría decirse que Pérez Arango fue un adelantado a su tiempo, ya que pocos años después Mareo, esa cuña de tierra en una de las parroquias gijonesas más jugosas para el hormigón y el ladrillo, siguió salvando de marrones a la entidad. El club, cual trilero en Las Ramblas, y ya con otros presidentes, jugó con la opción de recompra para lograr liquidez: Gesai etcétera, etcétera. Fueron años que también dejaron una frase para la historia del Sporting y de la ciudad. "Ni fundé Mareo, ni fundí Mareo", llegó a decir un encorajinado Manuel Vega-Arango molesto por una genial caricatura en LA NUEVA ESPAÑA. Precisamente fue Alvaré el que regresó a la presidencia para tomar el testigo de Juan Arango. Dos tipos que nada tenían que ver entre sí.

Duro con la palabra y en las formas, el fallecido presidente dejó imágenes y anécdotas más allá del "¡¡¡véndovos Mareo!!!". En una subida al Acebo de la Vuelta a Asturias a la que fue invitado por la cadena SER, el directivo se comprometió en pleno directo con Manfredo Álvarez a renovar a Pepe Acebal cuando el nuevo entrenador, Antonio Maceda, ya estaba firmado. El bueno de Pepe Acebal comenzó la temporada, pero solo duró cinco partidos. Los veteranos también recordarán que fue uno de los protagonistas del vídeo de la vergüenza, el de la cámara oculta de Canal Nou que sacó los colores a más de uno. Pero si algo tiene este país es que sabe enterrar a sus muertos para que merecidamente descansen en paz, así que hasta aquí se puede leer, ¿oyisti, güey?

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