Opinión | EN TERRITORIO COMANCHE

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: 50 razones para soñar

Sobre las opciones de ascenso de los azules y la situación de los rojiblancos

Aficionados del Oviedo en las gradas de El Plantío durante el Burgos-Oviedo

Aficionados del Oviedo en las gradas de El Plantío durante el Burgos-Oviedo / Irma Collín

El Oviedo ya ha alcanzado la cifra mágica de los 50 puntos, esa que ansían muchos equipos en la categoría y que da permiso si se consigue a tiempo para soñar mientras se rema hacia el siguiente objetivo. En el caso de los azules, la meta no es otra que el ascenso por cualquiera de las dos vías. Haber llegado al medio centenar de puntos a estas alturas de competición dispara la ilusión de lograr el retorno a Primera por el camino rápido, al que solo optan el campeón y el subcampeón. Los de Calleja vivirán la semana hasta el siguiente partido (rendirá visita al Tartiere el Deportivo de La Coruña) como colíderes tras su remontada en Burgos y una racha que les ha hecho sumar durante siete jornadas consecutivas un buen número de puntos (15 de 21).

Si lo que hay que hacer es «disfrutar del camino», como recetan Calleja y la propia casa azul, pues estos días la tropa debería dejar secas de fermentados y espirituosos las estanterías de los supermercados. Pero sin venirse muy arriba, que ya sabemos, amiguinas y amiguinos, que esto es muy largo. El potaje huele bien, a pesar de que haya a quien todavía no le convence el cocinero. Pero ahí está el Oviedo, que gana cuando lo merece y gana cuando lo merece menos. Esto es lo que dicen que diferencia a un equipo campeón o el que va camino de alcanzar el éxito del resto, de ese pelotón que se va quedando sin opciones de celebrar nada.

En este grupo hay que incluir a los vecinos de la otra orilla del Potomac. De los últimos quince partidos, el Sporting de Albés solo ha ganado tres, sumando, si la memoria no nos traiciona, 16 puntos de 45. Con esta progresión, los rojiblancos alcanzarán sin problema los 50 puntos, que es lo que toca. Seguir hablando, a la vista de los números, de remontada mágica hacia el play-off suena a chiste de lo que hoy sería calificado como políticamente incorrecto y supondría un escarnio en plaza pública. Sí, en el «fúrgol» todos los días pasan cosas rarunas, pero los milagros escasean. Lo reconoció el propio Albés tras el empate frente al Almería: «Si no hemos sacado mejor resultado es porque al entrenador no le da para más, o que a los jugadores no les da para más, no por falta de voluntad». Así que en Gijón alcanzar los 50 puntos no serán 50 razones para soñar, ¿oyisti, güey?

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