Opinión | EN TERRITORIO COMANCHE

El camino del disfrute

El estado de felicidad que desborda por todos los lados del caldero y que se ha instalado en el oviedismo, una vez que el equipo de Calleja ha alcanzado los 50 puntos antes de acabar febrero y se ha puesto el traje de colíder, está llevando a los habitantes de la casa azul a tratar de contener la euforia de las tropas. Eso sí, sin que se note mucho. Ahí dentro son conscientes de que queda mucho hasta llegar a los partidos que se llamarán finales, y se trata de hacer pedagogía ya que nadie en la historia ha subido en marzo. Así que se ha impuesto el mantra de que "hay que disfrutar del camino" y dejar los agobios para cuando toque. Los nuevos tiempos llegan a todos los sitios. Un día se hacen camisetas con el famoso "entrenen, compitan y cállense la boca" de Sergio Egea, otro toca el machacón discurso de los 50 puntos de Anquela, y al siguiente, disfrutar del trayecto mirando las nubes, recogiendo margaritas y buscando tréboles de cuatro hojas. Bien, pues vale. Por lo demás, la plantilla del Oviedín ya está casi toda en perfecto estado de revista, lo que seguirá permitiendo a Calleja repartir los esfuerzos entre todos para que los muchachos lleguen a tope cuando ya no exista margen de error y se imponga el ganar, ganar o ganar. La situación de los azules contrasta con lo que sucede en la otra orilla del Potomac, la que está situada a 28 kilómetros. La misión de los de Albés de seguir aferrándose al discurso del "sí se puede" y de que la remontada está aún al alcance choca con lo corta que es la plantilla y lo que está sucediendo con las lesiones. Si no es un problema muscular, es un golpe en la cara que deja KO a uno de los fijos como Olaetxea. Los rojiblancos viajan a Zaragoza para medirse a otro histórico que conoció tiempos mejores y donde la presión y los nervios son mucho peores que en Gijón. El partido en La Romareda servirá para que Miguel Ángel Ramírez se reencuentre con el que no hace mucho fue su equipo. El canario se quejaba de que el entorno del Sporting tiraba con bala, pero ha descubierto que en tierras mañas disparan con misiles tierra-aire. MAR lleva allí medio telediario y ya piden su cabeza. Por lo demás, la familia rojiblanca sigue creciendo a pesar de todo. El último en sumarse, Sergio de la Fuente Carbajal, que todavía no ha visto una victoria del Sporting. Todo llegará. Así que calma ya a disfrutar del camino, ¿oyisti, güey? n

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