Opinión | EN TERRITORIO COMANCHE

La opinión sobre el Oviedo y el Sporting: Al CTA con educación

Momento de la suspensión del Sporting-Albacete con Albés desesperado.

Momento de la suspensión del Sporting-Albacete con Albés desesperado. / Ángel González

Cuenta el presidente ejecutivo del Sporting que el nefasto espectáculo arbitral del domingo en el partido de El Molinón ofrecido por Sergiu Claudiu Muresan Muresan "no puede ser excusa" para tapar la racha de película de terror que han enlazado los rojiblancos. Pero el club gijonés ha elevado una queja –siempre con mucha educación, claro– al CTA, sumándose así a la moda. Mejor así, suavecito, que ya se sabe que los árbitros tienen memoria de elefante y que cualquier afrenta, como si se tratara de esas guerras entre clanes familiares del Lejano Oeste, se hereda de generación en generación por mucho que los tataranietos que siguen en la pelea no recuerden qué motivó el inicio de las hostilidades. Así que despacito y por lo segado, no vaya a ser.

Ahora, de pronto, y a pesar de la cortina de humo del VAR y compañía, nos hemos dado cuenta de que el precipicio está más cerca de lo que se pensaba. Todo se sigue fiando a esos partidos en los que los de Albés se medirán a equipos que ya están virtualmente descendidos. Quien no se consuela es porque no quiere. De lo que nada se sabe todavía es del presente y futuro de Albés. Guerra, siguiendo el mandato de los clásicos y como debe ser, se mantiene al lado del entrenador hasta cinco minutos antes de echarlo. Todo esto lo arreglaría un buen resultado ante el Huesca, pero son pocos los que confían en dar la campanada en El Alcoraz. Veremos qué ocurre si hay patinazo y los de abajo suman más de lo esperado.

Mientras, en la otra orilla del Potomac, y a la hora de escribir estas líneas, se está a la espera de conocer si habrá o no cambio de timonel. Calleja parece tener las horas contadas y ya hay torrente de candidatos a sustituirle. Si se produce el despido, el que aterrice en Oviedo, además de ser el quinto técnico de la era Pachuca, tendrá poco tiempo para dejar su sello más allá de insuflar aires renovados en el vestuario y remover el calderu. Así que se avecinan días moviditos que pueden acabar con los entrenadores de los dos grandes de la madreñina saliendo por la puerta de atrás al mismo tiempo. Pero todo OK, José Luis, ¿oyisti, güey?

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