Opinión

El comentario de Alberto Menéndez sobre la victoria del Alimerka Oviedo Baloncesto ante el Morón: Amarante tomó el mando

Javi Rodríguez choca con Francisco Amarante durante el partido del Alimerka ante el Morón, en Pumarín.

Javi Rodríguez choca con Francisco Amarante durante el partido del Alimerka ante el Morón, en Pumarín. / Miki López / LNE

El partido de ayer en Pumarín del Oviedo Baloncesto ante el Morón era de gran trascendencia, ya que, de ganarlo, como así sucedió, los carbayones darían un paso de gigante en sus aspiraciones de mantenerse una temporada más en la categoría de plata del baloncesto español. Pero a la vez era un encuentro trampa, ya que podía pasar que los azules se relajaran en exceso ante el último de la clasificación y dieran por ganado el choque antes de jugarlo. Así sucedió en los primeros minutos del partido, con un Alimerka al ralentí mientras que los sevillanos veían la posibilidad de dar la sorpresa. Hasta por diez puntos llegó a ir ganando el Morón en el segundo cuarto.

Pero Javi Rodríguez no dejó que la apatía mostrada en ese nefasto inicio de partido continuara. Y así, sin esperar a más, relevó a los cinco jugadores del equipo titular por otros cinco y consiguió lo que buscaba: un cambio de escenario. A partir de ese momento los de casa se fueron imponiendo poco a poco a sus rivales. Sin grandes alardes, pero también sin dar opciones de recuperación a los sevillanos, simplemente apretando más en defensa. El Oviedo se fue haciendo con el control de un encuentro en líneas generales muy desaborido, ya que el Naturavia Morón comenzó a dejarse ir y el Alimerka no arriesgó en demasía, convencido de que el triunfo iba a caer de su lado.

El segundo cuarto fue trascendental para el combinado asturiano. De acabar perdiendo por cinco puntos en el primer cuarto los de Javi Rodríguez se fueron al descanso con una ventaja de diez (45-35). En esta ocasión el jugador estelar fue el portugués Amarante, que de no jugar un solo minuto en Fuenlabrada, pasó a ser uno de los más utilizados ayer por su entrenador. Gracias a sus triples (tres prácticamente consecutivos) y a las ganas que puso sobre la cancha lideró de forma espléndida los mejores minutos de los carbayones. Lograron un importante colchón de puntos que luego supieron administrar muy bien, aunque sin grandes aspavientos. El luso acabó como el jugador más valorado del partido, el que más puntos consiguió de los azules (16), el que más rebotes recogió (12) y el que más asistencia dio (5).

El Oviedo Baloncesto está claro que no es un equipo rico, pero sí muy apañadito, con una plantilla muy compensada, en la que cualquiera puede brillar, como demostró ayer Amarante. Pero también es cierto que no estaría de más que algunos jugadores fueran más regulares. Al conjunto de la capital del Principado le vendría muy bien para intentar alcanzar los puestos que dan opción de jugar los play-off. Una continuidad en el juego qué si tienen choque tras choque baloncestistas como Nweke, Verplancken o Cosialls; o Raúl Lobaco, casi siempre pletórico al menos en las labores defensivas.

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