La opinión tras los partidos del Oviedo y el Sporting: El lío va a más

Jornada de aquella manera en la madreñina "furgolística", en un día en que incluso la parte azul de la región fue del Sporting por unas horas por eso de que los de Albés se enfrentaban a uno de los rivales de los ovetenses en su carrera por el ascenso. Pero los rojiblancos ni cumplieron con los suyos, ni con sus vecinos. Los gijoneses lo tuvieron todo en sus manos: los tres puntos, un nuevo empate, y al final, gol en contra y para casa con cara de tontos. Los números de este Sporting meten miedo: una victoria en dieciséis partidos. El último triunfo se produjo el 1 de febrero. Arranca abril, y la cuesta abajo y sin frenos prosigue. Los que saben de esto auguran que la familia orlegiana aguantará una semana más al técnico gallego. El descenso está a cinco puntos y llega por carretera el Tenerife de Álvaro Cervera, que apura sus últimas opciones y ya ha amargado el día a más de uno en su pelea por eludir el descenso. Luego habrá viaje a Elda y visitará El Molinón el Mirandés. Pero no pasa nada.

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Mientras, en la otra orilla del Potomac se cumplieron casi todas esas leyes no escritas del "fúrgol": la de victoria segura con entrenador nuevo, la ley del ex con Dioni marcando en la que un día fue su casa… Los azules jugaron como casi siempre, pero esta vez ganaron. En esta ocasión la suerte estuvo del lado de los carbayones con ese gol en propia puerta del Málaga que puede significar un punto de inflexión, el cambio de dinámica que buscaba el Grupo Pachuca con el despido de Calleja y el fichaje de Paunovic. Seguro que ya hay alguno rellenando los papeles para crear la peña Manu Molina, autor a su pesar del gol que dio el triunfo al Oviedo.

El primero llegó gracias a lo que esta semana Paunovic reclamaba que había que mejorar: el balón parado. Al final, tres puntos sufridos que mantienen a los del Tartiere en puestos de promoción, que es lo que de momento deberían ir amarrando. Se verá si los del serbio mantienen la flor y mejoran su juego y tal y tal. Ya se sabe que la flor hay que regarla, pero si es con tres puntinos en la mochila, mucho mejor, ¿oyisti, güey?

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