Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión

La opinión tras la derrota del Real Oviedo: Días de autodestrucción

La grada del Tartiere durante el Oviedo-Espanyol.

La grada del Tartiere durante el Oviedo-Espanyol. / Irma Collín

La semana más larga de los últimos años para el oviedismo llegó a su fin. Poco o nada se habló durante estos días de "fúrgol" y de la necesidad de los carbayones de sumar y sumar en busca del objetivo. ¿Pero qué objetivo? La tropa (o buena parte de ella) considera suficiente o se conforma con lograr la permanencia y no pagar la novatada en el primer año tras el regreso a la élite de la élite.

En cambio, la propiedad, amiguinas y amiguinos, cree que hay plantilla para más y mira hacia lo que queda de Europa. Así de claro fue Jesús Martínez, dueño del club azul, cuando se puso ante los micrófonos para explicar los motivos del despido de Paunovic.

El cierre a estas jornadas frenéticas lo puso el estreno de Luis Carrión como técnico del Real Oviedo ante el Espanyol. El entrenador catalán arrancó su segunda etapa en el banquillo azul con un resultado manifiestamente mejorable. Aunque, al margen del marcador, el morbo estaba en conocer cómo iba a ser recibido por el Tartiere el nuevo míster tras su polémica salida después de aquella reunión en el Reconquista que aún le persigue.

Los resultados lo arreglan y lo tapan todo, así que en este caso solo hay una solución. Luego será el tiempo el que demuestre si todo el lío, con rueda de prensa por aquí y entrevistas por allá, sirvió para algo. Y, sobre todo, si la tensión ha desgastado la relación de la afición con los protagonistas de esta historia que, con peaje del Huerna o sin él, saltó allende el Pajares.

Mientras, en la orilla rojiblanca del Potomac disfrutan de días de calma tras el estreno con victoria de Borja Jiménez, de los Jiménez de toda la vida, en el banquillo del Sporting. El nuevo míster de los gijoneses defiende que tiene fondo de armario. Cuestión que, como la europea en el caso azul, resolverá el paso de los meses.

Ojalá los que se supone que saben de esto tengan razón y el resto esté equivocado. Que unos prueben la temporada que viene las mieles de viajar por el continente a países exóticos tras el viejo telón de acero y otros cumplan el sueño del ascenso. Al menos estos días de autodestrucción habrán servido para algo, ¿oyisti, güey?

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents