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Opinión | EN TERRITORIO COMANCHE

La opinión sobre la resaca del Real Oviedo y el Sporting: La felicidad, en pequeñas dosis

Luis Carrión, siguiendo el Vetusta-Marino de Luanco

Luis Carrión, siguiendo el Vetusta-Marino de Luanco / Irma Collín

Larga y complicada se les presenta al Oviedo, sus muchachos y la tropa la resaca tras el partido del viernes en el Tartiere. La derrota ante el Espanyol y los resultados en otros campos meten ya por derecho propio a los azules en los puestos de descenso. Como ya sabrán, amiguinas y amiguinos, algo anecdótico a estas alturas de curso. Luego está lo de la orquesta de viento que actuó durante el choque ante los periquitos afeando a Carrión, propiedad y tal y tal los sucesos de los últimos días. Se espera que el cabreo desaparezca con el devenir de las horas y que lo de cargar contra el nuevo técnico azul no se convierta en una moda.

El choque deja, al margen del salseo que rodea a lo que ocurrió en el verde, otra notable actuación de Aarón Escandell. De seguir así las cosas, el meta del equipo carbayón tendrá que hacer reformas en su casa para dar cabida a tanto trofeo MVP, Mahou Cinco Estrellas y demás. Buena señal para el portero y mala para el equipo, ya que, si lo más destacable una y otra vez son las acciones de su última línea de defensa, el problema es gordo. El Oviedo sigue sin colmillo en el área rival, y así lo empiezan a verbalizar los protagonistas. Así que más trabajo para Carrión, que tras el partido reconoció que hace falta llegar con más gente y tirar más.

Para demostrar los avances en estos y otros campos, el Oviedo tiene por delante el partido en Girona el próximo fin de semana. Los catalanes son ahora mismo rivales de los carbayones en la lucha por sumar y sumar para alcanzar tierras más tranquilas, alejadas del fuego y el drama del descenso. Por lo demás, Paunovic ya se ha estrenado en su nuevo trabajo. El serbio se ha pasado al otro lado y ahora ejerce de comentarista de Dazn.

Mientras, en la orilla rojiblanca del Potomac el Sporting busca dar una buena imagen en Valladolid y sumar algún que otro puntín para seguir acercándose a los 50 puntos lo antes posible. Pucela servirá de termómetro para saber si la nueva era iniciada con Borja Jiménez al frente eludirá la glaciación y permitirá que la Mareona disfrute largos días de sol tumbada sobre verdes pastos. Pero la felicidad en el "fúrgol" para los modestos suele venir en pequeñas dosis y no alargarse mucho en el tiempo, ¿oyisti, güey?

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