“La cocina del futuro se basa en las recetas del pasado. Muy mal vamos a disociar un plato de fabada si no sabemos hacer una buena fabada con un buen compango empleando fabes de la tierra y hasta el agua de nuestras montañas”.
Con esta reflexión tan plástica, Amada Álvarez Pico, presidenta del Club de Guisanderas de Asturias, agradeció la concesión de la Medalla de Plata del Principado otorgada a un colectivo al que el Gobierno regional considera “un motor fundamental para la pervivencia de los pueblos”.
En su intervención en nombre de sus compañeras, Amada Álvarez subrayó que la distinción otorgada implica “ensalzar la cocina que representamos, los productos y todo lo que significa nuestra Asturias”.
El próximo mes de noviembre se cumplen 24 años de la puesta en marcha del colectivo por trece de sus componentes, con el amparo de Hostelería de Asturias, hoy Otea. “Poco tardaríamos en ir incorporando a las demás”, relató la presidenta del colectivo. “La andadura no fue fácil. Hubo que luchar mucho para hacer resurgir esta cocina en la que creemos, que había sido un poco olvidada y sustituida por otra más moderna y que en aquel momento se llevaba más”, explicó Amada Álvarez. Y añadió: “Poco a poco pudimos recuperarla y demostramos que un pueblo tiene el deber de salvaguardar sus raíces”. La andadura del Club de Guisanderas incluye la publicación de dos libros exitosos que permitieron a sus autoras constatar “que somos apreciadas y que nuestra cocina es respaldada por casi todos los sectores de la sociedad asturiana”.
