Oviedo

El presidente de la Federación Asturiana de Empresa (FADE), Severino García Vigón, desmintió ayer que en España haya crisis económica alguna y alertó sobre el efecto psicológico negativo al que pueden inducir mensajes pesimistas que no se ajustan a la realidad. «Crisis económica no hay en España. Lo que hay es preocupación financiera. Hay que distinguir los dos planos. Económicamente la situación continúa yendo bien. Es de prever un crecimiento a final de este año en torno al 4 por ciento. La crisis de la que se habla es de tipo financiero derivado de lo ocurrido en EE UU» y no en España. «Quienes tenemos responsabilidades institucionales tenemos que transmitir confianza porque no hay nada peor que dañar las expectativas. Porque esto sí que no puede corregirse con ninguna política económica ni monetaria», aseguró.

El presidente de la patronal regional, en declaraciones a RNE en Asturias, reiteró que «en España crisis económica no existe. Podrá llegar a existir si cunde el temor. Acabo de asistir al comité ejecutivo de CEOE, y de los representantes de las empresas más importantes de España, ninguno estaba preocupado por la evolución económica a corto plazo».

Ante los que nos enfrentamos, aclaró Vigón, es exclusivamente «a unas crisis financiera inducida por las "hipotecas basura" en EE UU y que, por la globalización, ha trascendido a la UE, fundamentalmente a algunos países cuyo sistemas financieros no tienen el rigor y el control que hay en España», donde, sostuvo «no hay ese problema de liquidez».

Otra cosa, indicó el dirigente empresarial asturiano, es que, tal como el propio Vigón ya pidió en las últimas asambleas de FADE, convenga aprovechar la «actual bonanza económica» española para impulsar un modelo de crecimiento que ya no dependa tanto del consumo y la construcción».

Concertación

Sobre la concertación regional, Vigón anunció que los empresarios primarán «aquellos factores necesarios para que Asturias sea más competitiva». Entre otras medidas, FADE reclamará la «depuración de las listas del paro», porque la patronal sigue creyendo que están infladas, al contabilizar a colectivos que no son parados en busca de empleo. «En la cifra actual, cercana a los 45.000 parados, se incluyen los prejubilados», señaló Vigón. «Tenemos que ver quiénes están ahí, en qué condiciones y con qué cualificaciones, y a partir de ahí hacer formación a la medida. No puede ser que en Asturias figuren en el paro 3.000 cocineros y que los hosteleros sigan precisándolos».

El presidente de la patronal sostuvo que ésta «nada tiene que ceder en la negociación social porque todos acudimos a la concertación atendiendo a una invitación del Gobierno de Asturias. Nosotros no gobernamos y no tenemos, por tanto, que ceder absolutamente nada. Debemos consensuar políticas porque el Gobierno del Principado quiere. Es su responsabilidad. Y las políticas deben tener respaldo en los presupuestos y que su desarrollo se pueda cumplir».

«FADE quiere el mejor nivel de bienestar para Asturias», pero para ello, sostuvo, hay que primar «la actividad económica, que se cree riqueza y que, en consecuencia, se genere empleo. A veces hay la tentación de poner el carro por delante de los bueyes».

Sobre la hipótesis de que el Gobierno asturiano (en minoría) pueda verse obligado a prorrogar los presupuestos por falta de respaldo parlamentario para aprobar las cuentas regionales, el presidente de FADE indicó que «hay que tener presente ese escenario» en la concertación regional, y que ese condicionante «puede constreñir las posibilidades de acuerdo». Desveló que en las dos reuniones hasta ahora celebradas planteó precisamente la duda de si, de producirse una prórroga presupuestaria, lo que se comprometa en el pacto social va a tener respaldo financiero para cumplirlo. «El presidente del Principado dijo que sí, que hay mecanismos para ello», dijo Vigón.