Oviedo

Los constructores reivindican su honestidad, hasta el punto de que en el último número de la revista «Ático», que publica la Confederación Asturiana de la Construcción (CAC), se alerta continuamente contra los «piratas» del sector y se incide en el cumplimiento estricto de la legislación vigente. Y se hace precisamente en un momento en el que la especulación urbanística y la desarticulación de organizaciones dedicadas al tráfico de trabajadores inmigrantes están a la orden del día.

Serafín Abilio, presidente de la CAC, afirma en el editorial de la revista «Ático» que el sector tiene que «transmitir a la sociedad que la actividad inmobiliaria, con algunas excepciones, es una actividad ejercida con honestidad y limpieza tanto por los representantes municipales como por los empresarios, que crea riqueza, puestos de trabajo y dinamiza la economía local». Y añade: «Es necesario prestar mucha atención a los piratas que navegan en las turbulentas aguas de la competencia desleal».

Fernando Rodríguez, presidente de los contratistas, se suma a la reivindicación general y asegura: «El empresario de la construcción no es el bandolero del siglo XXI». Y Apolinar Cuesta, presidente de los promotores, afirma, en la misma línea, que «nuestra posición es que no defenderemos actividad alguna que roce la corrupción».