Oviedo, L. GANCEDO

El asturiano medio toma más leche y come más pan, carne de pollo, huevos o fruta que el prototipo del consumidor español. Así que las familias del Principado eran a priori candidatas a que sus contabilidades domésticas se resintieran más que las de otros hogares del país de los avatares de la inflación en 2007, año de subidas notables en alimentos como los citados. La información que ha reunido el Ministerio de Agricultura corrobora aquel pronóstico: el gasto en alimentación ha subido con más intensidad que en la mayoría de las demás regiones, superando por primera vez los 1.500 euros por individuo y año. En conjunto, la cuenta de la comida de los asturianos está en torno a los 1.700 millones.

El Ministerio que encabeza, por ahora en funciones, Elena Espinosa realiza un seguimiento continuo del gasto de los españoles en alimentación, un trabajo basado en una amplia encuesta cuyos resultados sobre el año 2007 acaba de divulgar. Resumido, el balance sobre las familias asturianas queda como sigue: el gasto doméstico en alimentación fue equivalente a 1.550,93 euros por persona, cantidad superior en unos 80 euros a la de 2006 y que supone un incremento del 5,5 por ciento; fue la quinta mayor subida entre las 17 comunidades autónomas y está 1,3 puntos por encima del promedio estatal. Presumiblemente, es un reflejo del comportamiento de los precios, aunque también de la dieta y los hábitos de consumo de una población que, al igual que otras del Norte, gasta más en comer que los ciudadanos del centro o del sur de España. El desembolso anual del asturiano es de los más altos y en 2007 superó en 139 euros (9,8 por ciento) la media del país.

A continuación, se sintetizan los rasgos más llamativos sobre los consumos y los gastos en aquellos alimentos que, en 2007, registraron encarecimientos que, por lo general, los analistas han achacado al funcionamiento de una economía global donde los precios a menudo no dependen tanto del margen comercial del tendero de la esquina como de la cotización del cereal en los mercados de futuros de Chicago o París.

lLa leche. Según recoge el índice de precios al consumo que elabora el Instituto Nacional de Estadística (INE), la leche fue el alimento que más subió de precio en 2007. Casi un 30 por ciento interanual, en el caso de Asturias. Sin embargo, conforme a la encuesta de Agricultura, el gasto medio por asturiano en leche líquida (65 euros anuales) fue semejante al de 2006. Esa aparente contradicción se explica, de acuerdo con los mismos datos, porque el consumo se redujo. Como media, el asturiano tomó unos 5,5 litros menos de leche que un año antes.

lLos huevos. En el caso de los huevos la situación fue distinta. El gasto per cápita se elevó por encima de los 22 euros y se comieron más. Las familias de la región compraron en un año 25 millones de huevos, 1,4 millones más que en 2006.

lEl pan. La información del Ministerio refleja que los asturianos comen, como promedio, más cantidad de pan que otros españoles. Su consumo aumentó el pasado año y también lo hizo el dinero que las familias se gastaron en un alimento esencial cuyo precio varió, siempre según las estimaciones del INE, subió algo más del 10 por ciento. Los asturianos desembolsaron 97 millones de euros en comprar pan en sus distintas variedades.

lLa fruta. No ha estado tanto en los titulares de prensa, pero la fruta fresca aparece en las estadísticas como otro de los capítulos más inflacionistas de la cesta de la compra. Los asturianos comieron abundante fruta (a razón de 100 kilos por persona) y gastaron del orden de 134 euros por individuo en esos productos, un 17 por ciento más que en 2006.

lLas legumbres. Las legumbres eran a finales de 2007 un 7,1 por ciento más caras que doce meses antes. Ese encarecimiento y un paralelo incremento del consumo de ciertos productos como las alubias y las lentejas elevaron el gasto per cápita a 7,7 euros anuales.