El conseller de Economía de la Generalitat, Antoni Castells, anunció ayer un plan de 42 medidas para dinamizar la economía catalana, entre las que destacan las destinadas a impulsar la obra pública y los incentivos fiscales para la rehabilitación de viviendas, tras el frenazo inmobiliario.

La Generalitat ha cuantificado el impacto de las medidas en 2.700 millones de euros, 1.800 de los cuales ya estaban presupuestados; 790 millones supondrán mejoras para las empresas y 120 millones irán destinados a medidas con impacto presupuestario, de los que ocho millones serán gasto directo y el resto (112) dejaran de cobrarse.

Entre las medidas destaca potenciar la obra pública e incrementar el porcentaje de la deducción de gastos en la rehabilitación de la vivienda habitual al IRPF, mediante una deducción adicional a la cuota autonómica del 1,5 por ciento. Castells aboga por dar «mayor dinamismo a la construcción» por ser el sector que más ha acusado la desaceleración.