Oviedo,

L. GANCEDO

El asturiano tiene, como cualquier otro español, arraigada la aspiración de ser dueño de su vivienda, rasgo propio, dicen los expertos, de sociedades con raíces latinas y también de aquellas donde, como en la española, la movilidad geográfica por razones como el trabajo es mucho menos intensa que en otros territorios de Europa. Al menos siete de cada diez familias asturianas reside en pisos o casas de su propiedad y los nuevos hogares que se forman tienen también en su gran mayoría la vocación de ser propietarios y no arrendatarios, como se deduce de un estudio sobre ello que acaba de elaborar la Universidad de Oviedo para los promotores de la región.

¿Cómo es la vivienda que buscan los asturianos que manifiestan intención de comprar a corto plazo? Tal estudio determina que la vivienda tipo puede ser así: un piso de unos 80 metros cuadrados, con tres dormitorios, dos baños y situada, por lo general, fuera de las zonas más caras (sobre todo cuando es en Oviedo y Gijón), pero tampoco demasiado lejos del centro. La situación de la vivienda y su accesibilidad son capitales en la elección.

Con las ventas en caída pero con los precios aún hacia arriba -según reflejan las últimas cuentas oficiales del Gobierno central, Asturias es la región donde más se están encareciendo los pisos-, el sector inmobiliario regional tira de los manuales de marketing y de los estudios de mercado para afinar su oferta. Se está construyendo menos -los visados de obra nueva retrocedieron el 30 por ciento en 2007 y siguen bajando en 2008- y adecuar lo que se construye a lo que se demanda requiere más atención en un momento así, reconocen las empresas. El informe «Evolución temporal de la vivienda de nueva construcción en Asturias», elaborado para la patronal CAC por un equipo universitario que coordina el catedrático de Comercialización en Investigación de Mercados Rodolfo Vázquez Casielles, saca, entre otras, las siguientes conclusiones acerca del modelo de primera residencia que están buscando o buscarán en los próximos años las familias asturianas (unos 25.000 hogares del área central, estima el mismo estudio).

l El asturiano que sopesa la posibilidad de comprar vivienda a corto plazo quiere un piso. «El 72,9 por ciento de los compradores se plantea la adquisición de una vivienda en un bloque, frente al 12 por ciento que piensa en un chalé independiente o al 4,9 por ciento, que parece optar por un chalé pareado o adosado». Los encuestados restantes (10,2 por ciento) no tienen decidido aún la modalidad de vivienda que desea.

Hay variaciones por concejos: en Corvera, Siero y Gozón se muestra «una mayor predilección» por la alternativa de los chalés y Mieres registra la mayor preferencia por los pisos (90 por ciento de los potenciales compradores). En el resto de los municipios estudiados (Oviedo, Gijón, Avilés y Langreo), las posiciones son intermedias.

Y hay otras variaciones según el nivel económico de quien responde. Una de cada cinco familias cuyos ingresos supera los 2.500 euros al mes está pensando en mudarse a un chalé.

l El 47 por ciento de los hogares o individuos que manifiestan intención de compra entre 2008 y 2010 quiere viviendas con una superficie útil de entre 71 y 90 metros cuadrados. Pero hay, a la vez, una relevante proporción -casi un 31 por ciento- que está pensando en pisos o casas con mayor superficie. En ese perfil encajan personas con edades superiores a los 45 años y aquellas con ingresos más elevados. El trabajo de los investigadores de la Facultad de Económicas de Oviedo da a entender que los «minipisos» no tienen predicamento entre los asturianos: apenas el 1,5 por ciento de los potenciales compradores manifiesta que su propósito es la compra de una vivienda con una superficie inferior a los 50 metros cuadrados.

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