Oviedo

Más de 26.000 asturianos se beneficiarán a partir de este año de la supresión del impuesto sobre el patrimonio, aprobada el pasado viernes por el Consejo de Ministros dentro del paquete fiscal de las medidas impulsadas por el Gobierno para mitigar el deterioro de la economía. Para esos contribuyentes, generalmente familias con rentas medias y altas, la eliminación del pago de patrimonio supondrá un ahorro superior a los 35 millones de euros.

La decisión que ha impulsado el Ministerio de Economía de Pedro Solbes tiene otro calado, el relacionado con la financiación de las comunidades autónomas. El impuesto de patrimonio, cuya supresión tendrá impacto económico desde 2009, es uno de los tributos cuya recaudación está cedida a las regiones, dentro del modelo financiero en vigor desde 2002. Según las fuentes consultadas ayer, el Gobierno asturiano da por hecho que la Administración central compensará a las autonomías de régimen común (todas, salvo País Vasco y Navarra) por la merma de ingresos que supone eliminar el tributo. El cauce podría quedar fijado, según otras explicaciones, en las cercanas negociaciones sobre la reforma del sistema de financiación.

Las mismas medidas auspiciadas por Solbes incluyen otra que atañe a las cuentas de las autonomías: suprimir el pago del impuesto de actos jurídicos documentados cuando las familias amplíen el plazo de amortización de sus hipotecas también atañe a la recaudación de otro tributo cedido y cuya recaudación supone, en este caso, un capítulo esencial de los recursos que las regiones de régimen común obtienen a través de ingresos fiscales.