La inmobiliaria Nozar, controlada por la familia astur mexicana Nozaleda, estudia vender el 20 por ciento que tiene en la compañía Flex a la familia fundadora de la empresa, los Beteré, para hacer frente a la crisis inmobiliaria. Según recoge el diario nacional «El Economista», las dos partes han alcanzado ya un principio de acuerdo y sólo faltaría ahora la firma ante notaría. Nozar entró en el capital de Flex en enero de 2002 con la compra del 12 por ciento, firmando al mismo tiempo una opción por el 8 por ciento restante. Con esta operación el grupo, que dirige Luis Nozaleda, se convertía en el primer accionista individual por 35 millones.

Nozar está en la actualidad revisando su inversión en más del medio centenar de empresas que conforman el grupo. Ha reducido ya su participación en las inmobiliarias Colonial y Afirma y, según fuentes de la compañía citadas por el diario económico, «no descarta reducir igualmente su presencia en otros sectores no estratégicos para la compañía». Además de Flex, Nozar ya estudia también la venta de la cadena de supermercados Galerías Primero, aunque la familia Nozaleda está dispuesta a escuchar también ofertas por el resto de sus activos, incluyendo el balneario de Panticosa y la estación de esquí Boi Taüll. Una de las pocas compañías que no tiene puesto el cartel de «en venta» es Viñedos y Crianzas del Alto Aragón, la bodega propietaria de la marca Enate. Nozar disparó en 2006 su endeudamiento hasta alcanzar los 3.793 millones.