Oviedo, E. L.

La próxima negociación del nuevo modelo de financiación autonómica va a ser un complejo cálculo matemático al que cada comunidad autónoma acudirá con un «comodín» bajo el brazo para conseguir que el resultado final le resulte favorable. Asturias tendrá que andar hábil en la confección de este magno reparto de millones, pues si la evolución demográfica se convierte en uno de los elementos de cálculo determinantes del nuevo modelo de financiación el Principado llevará las de perder. entre 1999 y 2005, Asturias fue la región de España donde más se incrementaron los recursos financieros procedentes del Estado (un 51,8 por ciento) y, a la vez, la única que perdió residentes (la población se redujo un 0,7 por ciento en el mencionado período).

Varios presidentes autonómicos (Valencia, Madrid y Baleares) están preparándose para que el nuevo cálculo de la financiación autonómica se haga en base al incremento de la población en sus respectivas regiones. La actualización de las cifras, que corresponden al año 1999, supondría que las comunidades más pujantes en lo demográfico tendrían que incrementar sus ingresos en 7.000 millones de euros anuales, según publicaba ayer el diario económico «Cinco Días». Esta cifra se desglosa de la siguiente manera: Madrid calcula que, en el nuevo modelo de financiación, tendría que aumentar sus ingresos en 2,476 millones de euros, Valencia cree que el incremento tendría que llegar a los 2.901 millones de euros y, finalmente, Baleares estima que, dada su población actual, la pérdida de ingresos se sitúa en 1.200 millones de euros.

Con esta pujanza demográfica, Asturias no puede ir a disputar los cuartos con Madrid, Valencia o Baleares. Por eso el Gobierno regional acudirá a la negociación con otras variables que quiere introducir en el cálculo a fin de que la región no salga trasquilada en la refriega. El Ejecutivo autonómico quiere que, cara al envejecimiento poblacional, la dispersión demográfica y la orografía montañosa -todo ellos característicos de Asturias- se introduzcan en el cálculo de la nueva financiación. El envejecimiento de la población y la dispersión demográfica ocasionan un encarecimiento en los servicios que ha de prestar la Administración pública y, en el caso de la orografía, Asturias apelará al artículo 130 de la Constitución en el que se consigna que los poderes públicos habrán de dar un «tratamiento especial a las zonas de montaña».

Esos serán los argumentos asturianos en el «sudoku» autonómico, como lo definió Solbes. Cataluña pide que se tenga en cuenta el peso de la población inmigrante, Castilla y León también apela a la dispersión poblacional, Baleares a la población flotante y Andalucía quiere que se tenga en cuenta a la población menor de cuatro años. Chaves sale a pedir con el niño en brazos.