El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, considera que «no es razonable» recurrir a la congelación salarial para hacer frente a la desaceleración económica española. «No puede haber políticas que pongan en peligro el poder adquisitivo de los salarios» porque, según Corbacho, la situación es «preocupante», aunque no «totalmente irreversible». El titular de Trabajo recordó que las previsiones apuntan a que España seguirá creciendo este año -un 2,3 por ciento, según las últimas previsiones a la baja del Ejecutivo- y que a partir del próximo la situación remontará, por lo que insistió en su oposición a plantear una «congelación salarial o un "decretazo" que ponga en riesgo las prestaciones sociales», informó «Europa Press».