Oviedo

«Quien se oponga a la energía nuclear es un dinosaurio prehistórico». Ésta fue la frase que pronunció el ex presidente de la Xunta de Galicia y actual senador, Manuel Fraga Iribarne, hace seis años, durante una visita a Oviedo. Ese año, 2002, era noticia en la comunidad vecina y en el Principado el apoyo de Fraga a la hipotética instalación de una central nuclear en la provincia de Lugo, a escasos 60 kilómetros del Principado.

El proyecto había sido promovido por la compañía Unión Fenosa. La empresa había comprado en 1984 unos terrenos en la localidad lucense de Xove para levantar una central, aunque la moratoria atómica establecida por el Gobierno socialista desde 1984 frenó en seco la iniciativa.

Manuel Fraga ha sido una de las voces más favorables a la energía nuclear en el PP. Aseguraba en 2002: «Más tarde o más temprano, la energía nuclear se establecerá en todas partes. También en Galicia». Y defendió que «no se rechazará nada, si cuenta con todas las garantías». Los comentarios de Fraga se encontraron con el rechazo frontal del Gobierno asturiano. El por aquel entonces director general de Industria y Minas del Principado y actual alcalde de Mieres, Luis María García, calificó de «locura» la postura defendida por Fraga. El rechazo llegó también desde la mayoría de los concejos limítrofes con la comunidad gallega.

La central nuclear más próxima a Asturias es la de Santa María de Garoña, ubicada en la provincia de Burgos, y que se encuentra a unos 380 kilómetros de Oviedo. La proyectada por Unión Fenosa para Lugo hubiera quedado mucho más cerca de la región, en concreto a unos 61 kilómetros de Vegadeo.