Oviedo, J. C.

Un grupo de socios pasivos de Central Lechera Asturiana (Clas), que ya no producen leche, han interpuesto una demanda en los Juzgados de Pola de Siero en reclamación de una equiparación de sus derechos políticos (capacidad de voto y de representación) y económicos con los socios activos en el seno de la sociedad agraria de transformación.

Esta iniciativa confirma la advertencia que había hecho la dirección de Clas. El presidente de Clas, Bertino Velasco, había señalado en abril que el plan que impulsa persigue dar una solución por la vía de entendimiento interno al malestar que se venía constatando desde hace tiempo en el seno de los socios excedentes, algunos de los cuales habían expresado su intención de recurrir los estatutos de Clas por vía judicial. Velasco señaló entonces que se había logrado frenar algunos intentos de judicializar la situación por parte de algunos socios excedentes.

Los estatutos de Clas, cuya última redacción data de 1981 (fecha de su registro en el Ministerio de Agricultura), coincidente con la transformación en esa fecha del antiguo grupo sindical de colonización en la actual sociedad agraria de transformación, establece que de los 116 compromisarios de la asamblea 100 sean elegidos por los socios activos y 16, por los pasivos.

Como consecuencia de ello, los activos, que hoy son el 15% de los socios y representan el 25% del capital, controlan el 86,2% de la asamblea, mientras que los pasivos, que suman el 85% de los socios y el 71% del capital, tienen una representación del 13,79% en ese órgano.

A su vez, los pasivos reclaman igualdad de derechos económicos con los pasivos, alegando que en la actualidad parte de los recursos que Clas recibe de Capsa como dividendos y por el pago del alquiler de la marca Central Lechera Asturiana se destina sólo a los activos por la vía de remuneración de la leche que aportan.

Los pasivos demandan a su vez, en contra de lo que establecen los estatutos y de lo que se ha hecho desde la fundación de Clas en 1967, que cuando causen baja en la sociedad, ésta les compre los títulos a valor real y no al teórico contable. Según los estatutos, los socios pasivos sólo pueden vender sus participaciones a la sociedad y en los términos que ésta establece. El informe de Pedro de Silva y Álvaro Cuervo de 2006 consideró de «dudosa legalidad» esta situación.

Los críticos defienden la legalidad de unas disposiciones que fueron aprobadas por todos los socios durante 41 años.