Oviedo

María José IGLESIAS

El grupo lácteo Bongrain, dueño de un 27 por ciento de Corporación Alimentaria Peñasanta (Capsa), respalda el plan de Cajastur para entrar en el accionariado de Central Lechera, pero advierte que no admitirán exclusiones en la futura gestión de Capsa. Así lo afirmó a LA NUEVA ESPAÑA Nicolás López, responsable para España y Europa del Sur del grupo francés al que pertenece Mantequerías Arias, cuya factoría se encuentra en Vegalencia, Ribera de Arriba.

López recalca que la rama española de Bongrain no quiere quedar marginada en la corporación alimentaria. Asegura que la Caja es un socio «de diez». «Con ese equipo de gestores, con Manuel Menéndez a la cabeza, es toda una tranquilidad, pero no queremos que nadie quede al margen». López, consejero de Capsa, aclara que Bongrain separa con claridad los asuntos de la corporación y los de su socio mayoritario, la cooperativa Central Lechera Asturiana. «Nos gusta ayudar, pero respetamos al máximo el proceso de cambios abierto en Clas. En cualquier caso, ya habíamos dicho que apoyamos la reforma estatutaria planteada por la presidencia», indica.

El escrupuloso respeto de Bongrain al proceso de Clas no impide a la compañía desear que la solución no se demore más allá del mes de julio. López destaca la delicada situación que vive el sector lácteo en Europa, inmerso en un ciclo de cambios y bajadas de precios. «Mientras unos discuten, el mercado se sigue moviendo. Nos gustaría que Clas resolviese pronto sus problemas para continuar dando pasos, esto no significa que impongamos ningún plazo».

La propuesta de desdoblar la cooperativa en dos sociedades es correcta, a su juicio. «Nos parece bien y estamos esperando que se termine todo para tener un socio estable, que a la vez refuerce el plan estratégico trazado para Capsa». La postura de Bongrain en la corporación no variará. Esta compañía, uno de los grandes gigantes lácteos europeos, tiene claro que continuará apoyando el proyecto.

Un mayor protagonismo de Cajastur -actualmente la entidad tiene el cinco por ciento de Capsa- es una buena opción para López «porque cuando alguien viene a poner dinero siempre es bienvenido, manteniendo los objetivos y contando con nuestro otro socio, la Caja Rural».

De las palabras de López se desprende que los franceses no sólo quieren ver un desenlace satisfactorio en Clas. También reclaman su protagonismo en el nuevo marco que se abrirá para Capsa. Nicolás López no escatima ofrecimientos de ayuda en esa andadura en la que Capsa debe definir lo que quiere ser en el futuro. «Somos el socio de referencia industrial, lo que nos preocupa es el mercado, la innovación, los recursos, los resultados, nosotros vemos a Capsa como una empresa». El representante de Bongrain en España no deja de lado que es momento de que las compañías diseñen planes para salir de una crisis que, a su juicio, va a durar al menos hasta 2010. «El barril de petróleo se pondrá en 200 euros, la inflación y el paro aumentarán, nos espera un escenario realmente complejo». Lo que ocurra con Capsa en los próximos meses es una incógnita, pero López advierte de que España no puede permitirse el lujo de tener doce empresas lácteas. «Tendrán cabida dos o tres», señala. Incide en la necesidad de trabajar duro: «2015, el año del fin de la cuota láctea y de las ayudas, nos tiene que encontrar trabajando». Una buena noticia para Bongrain ha sido la firma del primer modelo de contrato tipo entre la industria y los ganaderos. «Las conversaciones se iniciaron auspiciadas por nosotros en Castilla y León y se ha conseguido algo que no tiene precedentes en España. Hasta ahora no se firmaban contratos con garantías de precios».

Pascual o Puleva, dos de los posibles candidatos a una posible fusión con Capsa en el futuro, son opciones que a López no le disgustarían en absoluto. «Siento un gran respeto por Pascual, es una empresa muy bien dirigida y también me gusta mucho la nueva Puleva. No opino lo mismo de la anterior etapa de la empresa».

Los años que vienen no pueden afrontarse con ideas viejas y preconcebidas, indica. Pone como ejemplo el acuerdo de recogida con Forlactaria, sus competidores, «no podemos andar recogiendo todos por la misma ruta, hay que cambiar la mentalidad». Finalmente, Nicolás López quiere dejar bien claro que los socios franceses desean mucha suerte al presidente de Clas, Bertino Velasco, para llevar a buen puerto el cambio en Central Lechera Asturiana.