Oviedo, L. Á. VEGA

«No he sido más que un economista desde 1962». Con esta sencillez se describió a sí mismo José Ramón Álvarez-Rendueles, tras recibir la distinción de colegiado de honor del Colegio de Economistas de Asturias, para luego describir 46 años de apabullante carrera entre el sector público y el sector privado, en los que le ha dado tiempo a participar en la elaboración de los planes de desarrollo de los años sesenta, desempeñar el cargo de gobernador del Banco de España en una terrible etapa (1978-1984) y presidir, entre otras entidades, el Banco Zaragozano (durante 11 años), Peugeot España y en los últimos años Arcelor-Mittal España. «Nunca he sido político ni otra cosa que un economista», añadió más tarde.

Ante él, en el acto celebrado en la tarde noche del pasado sábado en el auditorio Príncipe Felipe de Oviedo, había otros colegiados de honor, como José Luis Álvarez de Margaride, presidente de ThyssenKrupp, o Severino García Vigón, presidente de la Federación de Empresarios de Asturias, y en representación del Registro de Economistas Asesores Fiscales, su presidente, Jesús Sanmartín Mariñas.

Álvarez-Rendueles celebró especialmente su paso por el Banco de España, en una difícil coyuntura, que aprovechó para poner las bases de la actual regulación bancaria. Tuvo un recuerdo especial para su maestro, el profesor Enrique Fuentes Quintana, ministro de Economía con UCD, que fue quien le propuso para el cargo. «Puso como condición que el Banco de España tenía que ser independiente del poder político y que el gobernador debía nombrarse por un período cerrado. Hasta ese momento dependía del ministro de Hacienda», señaló.

Luego, después de dirigir el Banco Zaragozano, se le encomendó pilotar la privación de Aceralia, «que fue un acierto grande». Finalmente, rindió un sincero homenaje a su esposa, María Eugenia Villar, sin la cual, indicó, no hubiese podido avanzar en su carrera.

El decano del Colegio de Economistas, Miguel de la Fuente, antes del acto, defendió la fortaleza del sistema bancario, que está en buena posición y saldrá de la crisis con mayor solidez. «La gente puede tener confianza en los bancos», indicó, aunque sí señaló que «otra cosa es que haya inversiones en fondos que pueden ser peligrosos».

En su discurso, antes de la entrega del galardón a Álvarez-Rendueles, Miguel de la Fuente reivindicó el papel del economista, «una pieza clave en el desarrollo económico de esta región». Para De la Fuente, «en estos momentos difíciles y de incertidumbre, tenemos mucho que decir para mejorar la situación actual, convirtiendo en oportunidades las dificultades». El decano finalizó citando a dos popes de la ciencia económica, Alfred Marshall y John Stuart Mill, quienes resaltaron que ningún avance económico «puede olvidar a los más débiles». Tras un divertido concierto, se celebró un vino español en el hotel Reconquista.