Oviedo, José Luis SALINAS

Las posturas en la negociación de Arcelor-Mittal para la contratación de 300 trabajadores de las auxiliares se alejan, aunque ni los sindicatos ni la multinacional siderúrgica la dan por rota. Ambas partes mantuvieron ayer un encuentro en la sede de la compañía para discutir el futuro de estos empleados. El planteamiento de la compañía pasa por realizar una selección en los puestos basándose en criterios de edad y sometiendo a los nuevos trabajadores de la siderúrgica a un examen psicotécnico. Los sindicatos rechazan de forma frontal esta propuesta y reclaman que los obreros de la empresa auxiliar entren en la multinacional para desempeñar la misma tarea que están realizando en su respectiva subcontrata.

«Lo positivo es que las negociaciones no están rotas, pero lo negativos es que en este momento estamos un poco alejados». Así resumía Eduardo Donaire, secretario general de MCA-UGT, el encuentro con los representantes de la multinacional. Arcelor-Mittal tiene previsto presentar a lo largo de la jornada de hoy una propuesta final a los representantes sindicales sobre la futura reordenación del sector auxiliar que las centrales deberán de estudiar. La propuesta será discutida mañana en una nueva reunión en dependencias de la empresa en Asturias.

Eduardo Donaire saca también otro aspecto positivo de las negociaciones: «Seguimos hablando de que serán 300 los trabajadores de las contratas que pasarán a la multinacional, la cifra no se ha rebajado, aunque lo negativo es que aún no sabemos quiénes serán ni en qué puestos». Y añade: «Cuando acabe la temporada de vacaciones en la empresa, en octubre, habrá un excedente de personal y tenemos que evitar que se produzcan despidos. Lo estamos consiguiendo».

Desde la empresa tan sólo se asegura que las «negociaciones continúan abiertas». En un principio, según los planteamientos de la siderúrgica a lo largo de este año entrarían en Arcelor 200 empleados de las contratas que están desarrollando tareas de producción, y el resto, un centenar, lo haría durante el próximo año. Todos entrarían a la compañía mediante el sistema de contratos relevo, es decir, aprovechando los contratos de los empleados que tenían previsto prejubilarse a lo largo de los próximos meses.

Nicomedes Sánchez, portavoz de Comisiones Obreras, asegura: «Nuestro planteamiento en las negociaciones sigue siendo claro: lo que queremos es que entren en la empresa todos los trabajadores de la auxiliar que están realizando labores de producción». Y apunta: «En la reunión no hemos avanzado nada, pero la de mañana puede ser decisiva para llegar a un principio de acuerdo».

Las negociaciones sobre la reestructuración del sector de las auxiliares cumplió ayer una semana en marcha con algunos avances. El más relevante es que la multinacional accedió a retirar la bolsa de 200 empleados que tenía planeado despedir con el compromiso de contratarlos más adelante. Lo más seguro es que estos trabajadores sean prejubilados, aunque tanto los sindicatos como la dirección de la compañía aseguran que la fórmula para llevarlo a cabo aún se encuentra en fase de estudio. La multinacional pretende dar un giro completo a su relación con las contratas y reducir considerablemente su número. En la actualidad hay 44 auxiliares; el objetivo, ahora, es reducirlas a la mitad.