Oviedo, Javier CUARTAS

El Gobierno asturiano y el Consorcio de Transportes de Asturias pretenden acometer a partir del 11 de septiembre una reordenación del sector del transporte público de viajeros por carretera en Asturias, y que se pretende culminar en 2012, mediante el cual las empresas de autocares titulares de las concesiones de líneas regulares pasarían a asumir los contratos de transporte escolar en las zonas de influencia de las rutas que explotan.

El plan, sin precedentes en España, y que se acometerá en toda la región salvo en zonas urbanas de más de 10.000 habitantes (quedan excluidas Oviedo, Gijón, Avilés, Mieres, Langreo, Pola de Siero y Lugones), pretende la «racionalización y mejora del transporte en la zona rural para garantizar su sostenibilidad», señalaron fuentes de la Administración.

En su primera fase (curso 2009-2010) afectará a las rutas escolares que coincidan en más del 50% de su itinerario con una línea regular.

Principado y CTA justifican el nuevo sistema de explotación conjunta de los servicios regulares y escolares que se pretende implantar de forma gradual a partir de septiembre como «la única alternativa viable para mantener y mejorar» el servicio de transporte público, dado que el actual modelo se considera «insostenible por la bajísima ocupación de los vehículos y altas necesidades de cobertura del territorio», con una acusada dispersión de la población. «No tiene sentido económico que por las mismas zonas circulen autocares escolares y de líneas regulares y que unos y otros lo hagan semivacíos. Sostener este modelo con subvenciones es prohibitivo y uniendo ambos servicios se mejoraría su rentabilidad», afirmaron fuentes públicas.

Las patronales del sector llevan varios días analizando el plan. En algunos ámbitos empresariales se aseguró a este diario que el proyecto «puede ser, en principio, positivo, a la espera de un estudio más detenido». Otras fuentes prefirieron no anticipar aún su valoración. Pero algunos empresarios, sobre todo pequeños y sin líneas regulares de viajeros, han expresado su temor e inquietud. De llevarse a cabo, aseguran, «podrían desaparecer muchas empresas de autocares», que viven del transporte escolar y de los servicios discrecionales y que, al carecer de líneas regulares, perderán, en beneficio de las compañías titulares de rutas de viajeros -sostienen-, las líneas escolares cuyos contratos lograron hace sólo un año para un período de seis, y tras acometer inversiones relevantes, precisan, en renovación de flota.

En medios públicos se resta dramatismo y se ha asegurado que esta reordenación, cuyo objetivo es garantizar la sostenibilidad del servicio en las llamadas zonas de débil tráfico y mejorar el transporte público y sus frecuencias, no se aplicará si no se logra el consenso del sector. El impacto en el primer curso se limitará, agregan, al 15% o 20% de los contratos de transporte escolar (un centenar aproximadamente de las algo más de 900 rutas existentes) y que se favorecerán acuerdos de subcontratación de las nuevas empresas titulares de la zona con aquellas que pierdan sus actuales contratos. Según la Administración, los estándares de exigencia de seguridad, calidad y modernidad de la flota serán los que ahora se exigen para el transporte escolar, lo que supondrá una mejora cualitativa, se afirma, para el servicio regular y, al tiempo, favorecerá la subcontratación de las compañías que pierdan rutas escolares dado que sus vehículos ya están adaptados a esas exigencias. El modelo propuesto supone el abandono del sistema de concesiones lineales por el de concesiones zonales, previsto en la legislación estatal desde 1987.

Datos

En Asturias hay más de 900 rutas de transporte escolar y un centenar de concesiones regulares cada una de las cuales engloba diversas líneas.

El plan

Lo que se pretende es unificar en el medio rural (toda Asturias, salvo zonas urbanas con más de 10.000 habitantes) las líneas regulares con los servicios escolares. Se trata de que las empresas de transporte general de viajeros asuman los servicios escolares cuando sean coincidentes en más del 50% de sus itinerarios. Se empezaría a implantar en septiembre y se extendería, de forma gradual, hasta su completa instauración en 2012 cuando venzan todos los contratos actuales de transporte escolar. Quedan también exonerados de esta fusión las rutas de hasta 4 alumnos, que prestan taxis; las que por obligación contractual se realiza con vehículos adaptados, los servicios a centros de Educación Especial y los que se realizan en suelo urbano o urbanizable con más de 10.000 habitantes. Tampoco afecta al transporte de colegios privados.