Madrid, Agencias

La junta directiva de la patronal CEOE aprobó ayer por unanimidad la propuesta de su presidente, Gerardo Díaz Ferrán, de emplazar al Gobierno para que reabra la mesa del diálogo social en septiembre con una negociación «sin perímetros ni líneas rojas». El ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, replicó que para volver a convocar la mesa hace falta una «base documental» y una «voluntad explícita» de acuerdo.

Díaz Ferrán, ovacionado por la directiva empresarial tras las críticas de que fue objeto por el presidente del Gobierno, aseguró que la CEOE «nunca ha puesto cortapisas» en la negociación y negó cualquier alineamiento estratégico de la patronal con el PP.

El líder de la patronal acusó al Gobierno de haber roto el diálogo social, porque los empresarios nunca han renunciado a llegar a un acuerdo. «Nosotros no nos hemos levantado de la mesa de negociación», aseveró, y se mostró convencido de que si se hubiera seguido negociando, pero «sin líneas rojas», se habría producido un acuerdo.

«Queremos recuperar la mesa de diálogo social porque España lo necesita y la economía también», dijo el presidente de la patronal, quien reclamó un diálogo social «constructivo» con el fin de acometer las reformas estructurales que necesita la economía española, entre las que destacó la del mercado laboral, aunque desmintió que la patronal hubiese pedido el despido libre.

La patronal, señaló, siempre ha defendido los derechos adquiridos de los trabajadores, aunque cree «imprescindible» acometer una reforma laboral, «que también piden organismos internacionales y el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa», afirmó. La Cámara de Comercio de Madrid mostró su «total apoyo» a la CEOE.

El portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, aseguró que las propuestas que la patronal llevó al diálogo social habrían supuesto detraer de las arcas públicas unos 20.800 millones de euros con medidas «antisociales e insolidarias». El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, replicó que la posición de la CEOE es «una nueva carga de profundidad contra el diálogo social» si con negociar «sin perímetros ni líneas rojas» se está sugiriendo medidas que lesionen derechos de pensionistas y trabajadores.

El presidente del PP, Mariano Rajoy, acusó al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de «autoritario y sectario» y de «amenazar» a los empresarios. Fue el mismo día en que Esperanza Aguirre retiró y pidió perdón a Zapatero por llamarlo «piquetero».