Oviedo, L. G.

Los expertos consideran que la costa asturiana tiene potencial energético y el Gobierno regional está decidido a que se rentabilice en el futuro, según expresó ayer el director general de Minería y Energía, Isaac Pola. El Ejecutivo incluye así el mar Cantábrico en su apuesta por el desarrollo del sector de la energía, y lo hace apoyando el uso de dos tecnologías que aún están en fase de desarrollo: la explotación de la energía undimotriz (energía de las olas) y los parques eólicos marinos.

El apoyo del Principado a la explotación energética del mar se ha plasmado ya en un primer estudio de la Federación Asturiana de la Energía (Faen) sobre la viabilidad de sacar partido de las olas en la costa asturiana. Como expuso ayer Fermín Corte, director general de Faen, esas primeras investigaciones identificaron cuatro zonas al oeste del Cabo Peñas que reúnen condiciones para ensayar la tecnología undimotriz, que aprovecha el movimiento de las olas para la producción de electricidad. Esas zonas están situadas entre los concejos de Tapia de Casariego, Coaña, El Franco, Navia y Valdés.

Fermín Corte anunció ayer, durante unas jornadas sobre energías del mar organizadas por la empresa Tecniberia, que en los próximos meses se abordarán nuevos estudios que incluirán la instalación de boyas en dos puntos de la costa para realizar mediciones. Isaac Pola destacó, por su parte, que en los próximos meses las empresas Asturfeito e Hidroflot instalarán la primera planta asturiana para probar la tecnología undimotriz. Cantabria y el País Vasco disponen ya de equipos análogos.

Otros estudios, en este caso patrocinados por el Gobierno central, han identificado que en algunas zonas de la costa oriental asturiana se dan condiciones para instalar parques eólicos «offshore», denominación que reciben los aerogeneradores instalados mar adentro, a unos kilómetros de la rasa costera. El Principado también mostró ayer su apoyo a este tipo de instalaciones, si bien Asturias tiene unas posibilidades limitadas debido a las reducidas dimensiones de su plataforma continental y a que, debido a ello, la profundidad de las aguas obligaría a utilizar soluciones tecnológicas que aún no están maduras.