Oviedo,

Marián MARTÍNEZ

Oviedo, Javier CUARTAS

Gijón dejará de ser en 2010 la sede del centro de servicios compartidos de finanzas y contabilidad de Arcelor-Mittal para España. La cúpula de la multinacional ha decidido trasladarlo a Polonia. La medida responde, una vez más, al ahorro de costes y la búsqueda de la máxima eficiencia económica. Los poco menos de medio centenar de trabajadores de este departamento en Gijón serán recolocados en otros departamentos en Asturias, según confirmó ayer la compañía.

La medida no afectará sólo al centro de Gijón, sino que el mismo desmantelamiento se producirá en los departamentos similares que hay en Francia, en Bélgica y en Luxemburgo. Sólo se salvará Polonia, que en este caso se convertirá en el centro europeo de servicios compartidos de finanzas y contabilidad de la multinacional.

Un portavoz de Arcelor-Mittal en Asturias explicó ayer la decisión adoptada por la cúpula de la compañía. «La actual crisis ha demostrado la importancia que tiene trabajar de la forma más eficiente posible bajo cualquier circunstancia. Varios estudios han probado que podría haber muchos beneficios si centralizamos los departamentos de contabilidad y finanzas nacionales en una única localización».

La decisión ya se ha comunicado al comité de empresa europeo. «La compañía se compromete a encontrar soluciones para los trabajadores afectados a través del diálogo social», aseveró el portavoz de Arcelor-Mittal en Asturias.

El departamento afectado se divide en subdepartamentos, como el de consolidación, control financiero, control interno, inversión y tesorería. En total, unas 40 personas desarrollan su trabajo en el centro ubicado en Gijón, en el que se centralizan todas las operaciones de finanzas y contabilidad de la multinacional en España, donde Arcelor-Mittal tiene unos 12.000 trabajadores.

Las negociaciones con los sindicatos aún no han comenzado y las previsiones apuntan a que no comenzarán hasta dentro de varias semanas. Y es que la reorganización está pensada para que se produzca dentro de unos meses. En todo caso, la dirección de la compañía hizo especial hincapié en que «los trabajadores no se verán afectados por este cambio, y se les buscará una solución, recolocándolos en otro departamento en Asturias».

La preocupación es patente en las instalaciones asturianas. La crisis ha acelerado una reorganización que el mayor accionista y presidente de la compañía, Lakshmi Mittal, ha iniciado, apoyado por su mano derecha y director financiero de la multinacional, su hijo, Aditya Mittal, ya había pergeñado, pero algunos preveían que fuera algo más lento.

La concentración de los servicios de finanzas y contabilidad de toda Europa en Polonia no es la única medida adoptada para lograr más eficiencia y ahorro de costes. También lo ha sido la decisión de llevara a Navarra los pedidos de la línea de pintura de Avilés, y trasladar a estas instalaciones asturianas los de galvanizado y hojalata de Etxebarri (País Vasco). Y lo mismo se está haciendo en otros países.

«Esto es sólo el principio. Como la cartera de pedidos no remonte lo suficiente, lo que ha pasado hasta ahora se convertirá en una política general con la disculpa de la crisis y el ahorro de costes. ¿Quién nos dice que lo que quieren hacer con el centro de servicios financiero y de contabilidad no lo van a hacer con otros?», exponía ayer un miembro de una organización sindical.

Ése es el temor de los trabajadores de Arcelor-Mittal en Asturias. Sobre todo tras saber que la empresa pretende reducir en los próximos años un millar de empleos, y que esta eliminación de puestos afectará especialmente al personal de oficina. Eso sí, la compañía insiste en que quiere salidas negociadas y sin perjuicio para los trabajadores.

La compañía fabricante de material eléctrico OBO Bettermann, S. A., participada por la empresa alemana del mismo nombre y por el grupo asturiano Temper, acaba de poner en marcha su nueva planta en el polígono de Argame (Morcín). La nueva implantación, que sustituye a su hasta ahora sede central en el polígono industrial de Granda (Siero), permitirá atender a «la fuerte expansión nacional» de la compañía, aseguraron responsables de la sociedad.

En las nuevas instalaciones, cuyas obras arrancaron en el verano de 2008 con una inversión de 5,5 millones de euros, el grupo ha concentrado los servicios centrales, y los departamentos técnico y de desarrollo de soluciones, de proyectos, formación y atención a clientes, logística y producción y ensamblaje. El propósito, según fuentes de Temper, es impulsar en las nuevas instalaciones las áreas de ingeniería y el desarrollo de sistemas integrales para instalaciones eléctricas.

OBO Bettermann GmbH, la matriz alemana, data de 1911 y hoy está implantada en 35 países con empresas propias y en otros 30 a través de agentes y representantes. Emplea a 20.000 personas y fabrica 30.000 productos diferentes. La filial española nació en 2003 en Granda (Siero) al cabo de ocho años de colaboración entre la multinacional alemana y el grupo asturiano Temper, que había ejercido desde 1997 como agente exclusivo de OBO para España.

La filial española, con sede en Asturias, comercializa material eléctrico industrial, desarrolla proyectos de ingeniería específica y soluciones adaptadas para sus clientes y realiza transformaciones de productos para adecuarlas al mercado español. En 2008 facturó 11,64 millones, el 105% más que en 2003, su primer ejercicio.