Madrid, J. L. SALINAS

El presidente de la Confederación Española de Empresarios (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, afirmó ayer que el Gobierno ha incluido en la nueva ley de Economía Sostenible «muchas de las exigencias que teníamos los empresarios», aunque echó en falta «más inversiones». El ministro de Fomento, José Blanco, se encargó de la respuesta, y advirtió de que «los milagros no existen en economía» y que los empresarios tienen que invertir en investigación.

Díaz Ferrán presidió ayer la conferencia empresarial 2009, en la que advirtió de que los empresarios «son la solución y no el problema» a la crisis. De ahí que reclamase al Ejecutivo socialista que «redoble sus esfuerzos» y cree «un clima social favorable» a la actividad empresarial.

Una teoría que defendió el presidente del PP, Mariano Rajoy, en su intervención de clausura de la conferencia, al señalar que «ahora que está tan de moda denostar e insultar a los empresarios, descalificar su labor y poner en deuda su función», es preciso afirmar que la sociedad tiene una «deuda» con los empresarios, «que invierten, que crean riqueza y empleo y que constituyen uno de los pilares esenciales de la economía». Unas palabras que, junto con las propuestas de reformas estructurales en el gasto de las administraciones públicas, del sistema financiero y del mercado laboral, le valieron a Rajoy la confirmación que al final del acto le hizo Díaz Ferrán: «Sus propuestas concuerdan plenamente con las nuestras (de la CEOE)».

El ministro de Fomento, José Blanco, advirtió por su parte que «la ley de Economía Sostenible no es una varita mágica que vaya a cambiar la economía española. Los milagros no existen en economía y lo que en su día se nos vendió como un milagro era una burbuja inmobiliaria».

Blanco desgranó algunas de las medidas que prepara el Gobierno y aseguró que la mejoría del mercado laboral dependerá directamente del esfuerzo inversor de las compañías en investigación. «El Gobierno es consciente de que sin la implicación de la fuerza empresarial no se podría renovar la economía, afirmó, provocando murmullos entre los asistentes. Añadió que «en estos momentos no podemos ser conservadores. No podemos conservar un sistema financiero desprovisto de todo control, ni conservar la burbuja inmobiliaria, ni podemos conservar una Administración lenta y burocratizada».