-La negociación de la reforma laboral ha comenzado con aparente sosiego y con un documento del Gobierno que ciertos sectores económicos y académicos han calificado como «descafeinado». ¿Está en el buen camino la propuesta de extender el uso del contrato de fomento del empleo, que rebaja a 33 días la indemnización por despido?

-Antonio Pino (CC OO): La reforma no puede ser sólo las ocho líneas que el Gobierno ha puesto sobre un papel. Queremos hablar de industria, energía, educación, investigación, sanidad... De cosas que tienen que ver con el cambio del modelo económico. En cuanto al coste del despido, en este país ya existe el despido objetivo mediante el cual una empresa, por causas tecnológicas, productivas o de causa mayor, puede mandar a la calle a un trabajador con un coste de 20 días por año trabajado. La barrera más elevada en el despido improcedente (45 días) tiene que ver con su propia naturaleza: no procedía despedir. Como es así, nosotros defendemos que el trabajador tenga derecho a elegir entre la readmisión o cobrar la indemnización.

-Alberto González (FADE): Para eso está el despido nulo.

-A. Pino: El nulo se da sólo cuando se vulneran derechos fundamentales del trabajador.

-A. González: No exclusivamente.

-A. Pino: Se está intentando que el empresario pueda hacer un contrato con despido fácil y más barato, y cambiar el nombre para decir que la temporalidad se ha acabado. En la reforma anterior ya se fue a un contrato en el que se bajó la indemnización a 33 días. También se hablará de la reducción de la jornada, que en Alemania sirvió para frenar la destrucción de empleo. Lo que ocurre es que la mentalidad de algunos empresarios es la picaresca, ver cómo pueden gravar al trabajador. Creo que al igual que hemos tenido otras reconversiones sería bueno que tuviéramos una reconversión empresarial.

-A. González: Decir que la mentalidad de los empresarios es la picaresca está fuera de lugar. Reflexionemos sobre lo que es un empresario, y no me refiero a los cazadores de renta, que también los hay. Un empresario es alguien que arriesga su capital y su trabajo para sacar adelante una empresa. Y a menudo nos olvidamos de que en este país el 96% de las empresas son pequeños negocios con menos de diez trabajadores.

-Justo R. Braga (UGT): Y ese ratio debería ser mayor si queremos tener empresas competitivas.

-A. González: Entonces habrá que pensar cómo conseguirlo. La empresa procura generar riqueza y uno de los factores de producción es el trabajo. Si dispongo de buena tecnología, si dispongo de una situación fiscal más favorable, sin peores condiciones que en otros países, y capital humano mejor formado y más productivo seré más competitivo. En España tenemos una situación del 60% de la población con contrato fijo, lo que no significa que sea más productiva o aporte más, y tenemos otro 40% de trabajadores con contrato eventual. Lo que dice la CEOE, y creo en ello a pies juntillas, es que no podemos calificar a los trabajadores entre los que tienen contrato fijo y los que no. Tenemos que cambiar la mentalidad de la gente, de forma que lo relevante sea la capacidad de empleabilidad y la aportación del trabajador. El empresario que cuenta con un buen trabajador no lo echa. Y entro en el tema de los tipos de despido. Existe el despido por razones objetivas, pero ¿qué porcentaje de despidos objetivos hubo el año pasado en Asturias? Bajísimo.

-A. Pino: Porque los empresarios no queréis utilizarlos...

-A. González: Para despedir por causas objetivas a un trabajador hay que tirar voladores, pedir a la Santina que intervenga...

-A. Pino: Entonces la gente que está quedando al paro cayó de un peral...

-A. González: La inmensa mayoría de la gente que perdió su empleo tenía contrato temporal... Ahora empieza a perderse empleo fijo y el empresario se decanta por el despido improcedente porque prefiere pagar antes que tener que esperar para resolver el problema y al final pagar la misma indemnización.

-J. R. Braga: A los empresarios les molestan los despidos objetivos porque implican una causa y tienen que demostrarla. En realidad, les darían lo mismo los días de indemnización si pudieran decir: mañana te quedas en casa. Pero hay que mantener la causalidad de los despidos porque, si no, es el despido libre y puro al capricho del empresario. Y, además, la mayoría de las contrataciones temporales no se acoge a la ley. Si hay un 40% de trabajadores temporales, el 30% está contratado en situación anómala. Hay un fraude claro en el encadenamiento de contratos temporales que estamos denunciando y que el trabajador no suele denunciar por miedo. Se debería cumplir lo que ya está en la ley: que la norma sea el contrato indefinido y que las formas eventuales queden sólo para sustituciones y circunstancias especiales. De aquí a marzo deberíamos llegar a un acuerdo sobre la reforma laboral, pero me suena mal que el presidente de la patronal haya salido a decir que no está dispuesto a firmar una «reformina». Da la sensación de que no se siente seguro, de que le están acusando dentro de la CEOE de ser dócil con el Gobierno por los problemas en sus empresas.

-A. González: Es absolutamente incierto que haya fraude generalizado. Puede haber casos, como los hay, en la declaración a Hacienda o en toda actividad humana, pero niego que sea tal que afecte a la mayoría de los contratos temporales.

-J. R. Braga: Pues es así.

-A. Pino: Hay un buen número de empresarios que hacen fraude de ley conscientemente...

-A. González: ¿Y para qué estáis vosotros? Denunciadlo, id a los Juzgados...

-J. R. Braga: Lo hacemos.

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Temporalidad

La propuesta que está sobre la mesa recoge una extensión del contrato fijo de fomento de empleo (33 días de indemnización, frente a los 45 del contrato indefinido ordinario y penalización de los contratos temporales).

A tiempo parcial

Impulso al trabajo a tiempo parcial con dos modalidades de contratación: una jornada flexible y otra con horario fijo.

Jóvenes

El Ejecutivo que dirige José Luis Rodríguez Zapatero también propone un plan de formación e inserción laboral para menores de 25 años poco cualificados, en cooperación con las comunidades autónomas.

El «modelo alemán»

Fomentar los expedientes de regulación temporal de empleo mediante la reducción de la jornada de trabajo, siguiendo el modelo que se aplica en Alemania y que obliga al Estado a pagar parte de los salarios que los trabajadores dejan de percibir, es otra de las propuestas que ha realizado el Gobierno a los agentes sociales.