Madrid / Oviedo

El secretario de Estado de Economía, el asturiano José Manuel Campa, no escondió ayer que los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) correspondientes al primer trimestre «siguen siendo malos», si bien aseguró que también reflejan «signos positivos» y descartó que el mercado laboral vaya a llegar a contabilizar cinco millones de parados. En enero de 2009, el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, afirmó que España no llegaría «de ninguna manera» a los 4 millones de desempleados. Según la EPA, ahora hay 4,6 millones de demandantes de trabajo.

Campa explicó que, aunque ha vuelto a repuntar el paro, el Gobierno ya contaba con que la tasa de paro aumentaría de forma «puntual» por encima del 20% a lo largo del año, y, en todo caso, destacó que se observa un mejor comportamiento de la población activa, la ocupación y la movilidad laboral.

En este sentido, pidió valorar los datos con «perspectiva» y dijo que, aunque el deterioro «está siendo acusado», el número de ocupados aumenta. Campa aseguró que se está «moderando» el deterioro del empleo y todo parece apuntar a que se cumplirán las perspectivas del Ejecutivo para este año, con una tasa media de paro del 19%. Preguntado por si el paro ya ha tocado techo, Campa indicó que el Gobierno espera «tasas de paro más bajas para los próximos trimestres».

«En definitiva, los datos siguen siendo malos y el comportamiento del desempleo pone de manifiesto la intensidad del ajuste que ha continuado experimentando la economía en el último año», indicó el secretario de Estado de Economía. Campa aseguró también que agentes sociales y Gobierno están trabajando «intensamente» para lograr un «amplio acuerdo» sobre la reforma laboral, y aseguró que «antes de poner fechas límite» a dicho pacto, «lo importante es destacar la intensidad de las negociaciones».

Además, no quiso adelantar si el Ejecutivo planea ya adoptar medidas de forma unilateral y prefirió trabajar «sobre la hipótesis actual» de que habrá acuerdo en el seno del diálogo social. El ministro Corbacho, formuló anteayer un ultimátum dirigido a patronal y sindicatos y avisó de que si en tres semanas no hay acuerdo sobre la reforma del mercado de trabajo, el Ejecutivo tomaría medidas por su cuenta.

También ayer, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, incidió en que el «serio y grave» aumento del paro demuestra la extrema importancia de pactar una reforma laboral con patronal y sindicatos. «La reforma es ahora determinante, decisiva, ahora que empezamos a ver cómo el crecimiento económico puede volver a ser la nota de la evolución en nuestro país», indicó el presidente del Gobierno en León. El Gobierno intenta agilizar su plan de reformas también para ganar crédito, apaciguar a los mercados financieros y evitar que la deuda pública española, colateralmente penalizada por la crisis griega, resulte más dañada.