Atenas / Oviedo

Agencias

Cerca de 4.000 trabajadores del sector público griego participaron ayer en las protestas en Atenas contra el draconiano plan de austeridad aprobado por el Gobierno griego para salvar al país de la bancarrota y conseguir ayuda económica de la Unión Europea (UE) y del Fondo Monetario Internacional (FMI). En la primera de dos jornadas de huelga en la Administración, los ministerios y las oficinas de los organismos e instituciones públicas quedaron vacías, y muchos centros educativos, cerrados. Un centenar de maestros intentó acercarse a la entrada del Parlamento heleno al término de una marcha que arrancó pacífica y que culminó con un enfrentamiento con la Policía. Los manifestantes arrojaron botellas y piedras, a lo que los agentes respondieron con gases lacrimógenos.

Aun así, la participación en las protestas de ayer fue bastante menor que en las que hubo a principios de año contra las medidas de austeridad, en las que participaron decenas de miles de manifestantes.

Profesores, basureros, pensionistas, trabajadores de la construcción y funcionarios, entre otros, se manifestaron frente al Parlamento coreando consignas como «¡Nunca!, nunca pagaremos por la UE y el FMI», y mostrando pancartas con mensajes como «Tomemos las calles» y «Que paguen impuestos los ricos». El descontento ha aumentado después de que el Gobierno desvelara el pasado domingo las nuevas medidas que se van a imponer en el país, que incluyen una notable reducción de los salarios públicos y las pensiones.

El plan del Gobierno prevé la congelación de los salarios del sector público hasta 2013 y grandes reducciones en las pagas extra y en los complementos, que representan una parte sustanciosa de los ingresos de los funcionarios. En lo que respecta al sector privado, el Gobierno pretende flexibilizar la legislación que impide a las empresas despedir a más del dos por ciento de sus trabajadores en un mes. Las medidas aprobadas por el Ejecutivo de George Papandreu incluyen también una subida de impuestos.

A cambio, Grecia recibirá 110.000 millones de euros en tres años de la UE y el FMI. El plan de rescate pretende disipar el temor al impago de la deuda pública griega y dar tiempo al país para que reinvente su economía.

Los sindicatos CC OO y UGT mostraron ayer su apoyo a la huelga general convocada para hoy en Grecia contra las injustas medidas antisociales impuestas.