Oviedo, José Luis SALINAS

«Hubo momentos en los que no se podía ni respirar. El gas venía de todas partes, mirabas a izquierda y a derecha y todo estaba blanco». El ovetense Pedro Olalla, experto en cultura griega y embajador del helenismo, fue una de las 30.000 personas, según él mismo apunta, que participaron en la manifestación que se celebró en el centro de Atenas contra las medidas del Gobierno griego parar hacer frente a la crisis.

La movilización comenzó, explica, de una forma muy cívica. «No había grupos de extremistas, sino familias con sus hijos y trabajadores de todas las clases los que se manifestaron», asegura. Al final de la mañana la tranquilidad se truncó y comenzaron las peleas entre muchos de los manifestantes y la Policía. «Había tensión y ,cuando comenzaron a lanzarse gases, tuve que refugiarme en el interior de un establecimiento para conseguir protegerme», explica. La tienda a la que se refiere Olalla estaba a tan sólo unos metros del banco en el que se produjo el incendio que acabó con la vida de tres manifestantes. Lo que más molestó a los griegos que se echaron ayer a la calle fue, asegura Pedro Olalla, «la alta presencia de policías». «El pueblo griego salió a manifestarse pacíficamente y lo que se encontró fue con legiones de guardias, que ponen de manifiesto la falta de diálogo que hay entre el Gobierno y los ciudadanos», apuntó.

Las protestas en las calles de Atenas se han intensificado desde que el Ejecutivo anunció su plan para el recorte de gastos, que impone fuertes recortes salariales tanto en el sector público como en el privado. «Da la impresión de que esto sólo acaba de empezar; el griego siempre se ha caracterizado por ser un pueblo pacífico, pero estoy convencido de que cuando las medidas del Gobierno empiecen a aplicarse, habrá más movilizaciones», destaca el asturiano.