En una semana dominada por la alta volatilidad, el BCE decidió mantener los tipos de interés al 1%, recalcando la necesidad de que los países de la periferia implementen planes de reforma fiscal, que contribuyan a la estabilidad de precios y a la corrección de desequilibrios. Además, dejó claro que la solución al problema es de carácter político, por lo que su influencia es escasa. Mientras tanto, el FMI ha descartado el rumor de una posible ayuda económica a España, pero continúan sus alertas, sobre todo en materia fiscal, para reconducir el problema del excesivo déficit -el límite es el 3%- antes del 2013 en los países de la periferia. Por otra parte, al otro lado del Atlántico las perspectivas son más positivas. EE UU mantiene los datos de desempleo, creando 290.000 puestos de trabajo en abril, aunque la tasa de paro sigue en el 9,9%. Y en cuanto al euro, también se ha visto afectado por la inestabilidad de las bolsas y el contagio periférico, cotizando en niveles cercanos a 1,26 dólares.

El dato positivo de la semana ha sido la emisión de deuda española a 5 años esta semana, que ha cubierto razonablemente bien las expectativas (se colocaron 2.346 millones de euro, una ratio de cobertura 2.35 veces), mejor que las dos anteriores de febrero y marzo. Sin embargo, hay algunos aspectos negativos: el bajo porcentaje de demanda extranjera frente a la nacional que sólo se ha podido adjudicar el 78% de lo previsto (3.000 millones de euros) y que la adjudicación se ha realizado a una o tasa interna de rentabilidad marginal del 3,58%, frente al 2,84% de la última subasta.

Desde el punto de vista de la bolsa, el Ibex presenta unas mejores expectativas para la semana siguiente, dado el fortísimo castigo (11% de caída en cuatro sesiones), y que se va aclarando el panorama, con las elecciones de Alemania de mañana, domingo, que darán impulso a la inyección de 110.000 millones de euros para Grecia. El mercado está esperando una reacción positiva muy pronunciada, tras el duro contagio a las bolsas de los problemas periféricos, que incluso llegó a la bolsa EE UU, que llegó a caer el jueves a niveles de -9%.