Oviedo, J. A. ARDURA

El presidente del Principado se desmarcó ayer de los reparos expresados por dos de sus consejeros, el de Salud y la de Bienestar Social, a la posibilidad de realizar más recortes en los Presupuestos de 2010 para cumplir las exigencias de Bruselas al Gobierno español. Vicente Álvarez Areces admitió que el ajuste exigirá un «sacrificio» tanto a Asturias como al resto de autonomías, que deberán apretarse aún más el cinturón para contribuir a la reducción del déficit público al 3 por ciento en 2013. El Presidente sí estableció una «línea roja» para el ajuste, un recorte que, a su juicio, no debería aplicar la Administración central: «No sería lógico que el AVE radial que viene de Madrid y acaba en Oviedo y Gijón, en el que ya se han hecho grandes inversiones, se recorte».

Areces aseguró ayer que aún era pronto para saber qué parte de ese nuevo ajuste le corresponderá a Asturias después de que en marzo pasado el Ministerio de Economía conminase al Principado a recortar 149 millones de su presupuesto anual, un ajuste en el que ya estaba trabajando el consejero de Economía. «Todavía no podemos precisarlo, aunque, lógicamente, nos va a afectar, porque todos tenemos que contribuir a ese esfuerzo», manifestó el presidente del Principado en un mensaje muy diferente al avanzado 24 horas antes por el consejero de Salud, Ramón Quirós, y por la titular de la cartera de Bienestar Social, Noemí Martín (IU), quienes manifestaron que sus áreas ya estaban «al límite» y que no podían permitirse nuevos ajustes.

Areces dio por hecho que Asturias deberá recortar una cantidad por encima de los 149 millones de euros previstos inicialmente en un presupuesto de 2010 en el que, además, habrá que encajar la compra de la parcela del Vasco, en Oviedo, para disgusto de los socios de IU, que ayer calificaron de «escandaloso» el gasto de 47 millones en estos tiempos de restricciones económicas.

«Estábamos estudiando cómo ajustar lo que hasta ahora habíamos comprometido y ahora habrá que hacer un esfuerzo complementario», reconoció el presidente del Principado, quien avanzó que el nuevo «tijeretazo» impuesto por el Gobierno central implicará nuevas reducciones de gasto. «Las comunidades autónomas, los ayuntamientos y la Administración General del Estado configuramos un modelo de Estado descentralizado donde una buena parte de las competencias y de la gestión de los servicios públicos está en los territorios, así que vamos a tener que hacer un sacrifico y hacerlo buscando la eficiencia, es decir, gastar menos, pero sin perder la calidad».

La estrategia inmediata, avanzó el Presidente, pasa por olvidarse de prácticas propias de tiempos de crecimiento. «Es obvio que si viviésemos en época de bonanza, pues las cosas irían, como hasta ahora, con inversiones extraordinarias, con un gasto creciente, pero ahora tendremos que adaptar el gasto a los recursos disponibles».