Madrid, E. P.

Los gurús de la economía mundial suspenden al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, según asegura la revista «Vanity Fair», que ha realizado una consulta con doce expertos internacionales para que pusieran nota a la gestión del Ejecutivo español de la crisis económica. La mayoría de estos critica la actuación del Gobierno, salvo Jim O'Neill, socio de Goldman Sachs y director del Global Economic Research, quien cree que, «en general», Zapatero ha hecho un «trabajo OK».

l Martin Wolf. El jefe de opinión económica del «Financial Times» asegura que «la crisis española se originó por un problema interno, no porque coincidiera con la mundial». Según Martin Wolf, «el Gobierno de Zapatero debería haber actuado de manera más drástica y haber controlado la construcción». Y considera que si Zapatero «no ejerce mano dura ahora, quizá tengan que hacerse cosas mucho más terribles en el futuro».

l Jörg Decressin. El subdirector de análisis financiero del Fondo Monetario Internacional opina que Zapatero tiene que diseñar «como otras economías avanzadas, un plan fiscal a medio plazo que haga crecer al país» y cree que la «fuerte respuesta en términos de estímulos fiscales ha sido adecuada, pero no ha sido suficiente».

l Juan Ramos-Rubio, asesor de la Reserva Federal de EE UU, no cree que la situación de España vaya a «desembocar en bancarrota, al menos a corto plazo». «En pocas palabras: España no es Grecia», apostilla. Otra cosa, afirma, son «los problemas de deuda a largo plazo» relacionadas con las pensiones o la sanidad.

l Paul Krugman. El Premio Nobel de Economía 2008 advierte de que «lo que ocurra con España será crítico para la supervivencia de la UE».

l Xavier Sala-i-Martín, de la Universidad de Columbia, se muestra convencido de que Zapatero «está rezando para que termine mágicamente la crisis sin liderar ni una reforma»-

l Jim O'Neill, socio de Goldman Sachs, cree que Zapatero «en general, ha hecho un trabajo OK», aunque también estima que la contracción fiscal ha podido contribuir a hacer más profunda la recesión doméstica. Sin embargo, no piensa que el Gobierno «tuviera mejores opciones». Cree que España debe «mejorar poco a poco sus niveles de competitividad y productividad».