Oviedo, Javier CUARTAS

La sociedad agraria de transformación Central Lechera Asturiana (Clas) repartirá entre sus 7.400 socios algo más de 1,3 millones de euros con cargo al pasado ejercicio, tras aprobar ayer la asamblea la cuenta de resultados de 2009. La nueva mayoría, integrada por el grueso del sector oficial tradicional y por buena parte del antiguo colectivo crítico AIG-CLAS, sacó adelante las cuentas con el 57,31% de los votos.

En contra votaron el colectivo opositor Tercera Vía y una escisión del sector oficial tradicional. Ambos colectivos aglutinaron al 41,56% de los compromisarios.

La Tercera Vía, originada en 2007, discrepa de la gestión de la sociedad, mientras que los antiguos oficialista que ahora disienten de las cuentas son fundamentalmente socios pasivos (los que ya no producen leche), disconformes con el trato económico (a su juicio, privilegiado) que se otorga a los ganaderos activos por la vía de la remuneración de la leche por encima de los precios de mercado, y que, en su opinión, daña los intereses económicos de los llamados «socios durmientes», que son la mayoría: suman 6.000 de los 7.400 integrantes de la sociedad.

El resultado de la asamblea de ayer afianza al nuevo bloque mayoritario, resultado de la pacificación que emprendió el año pasado el presidente de Clas, Bertino Velasco, y su equipo con el fin de superar la situación de empate técnico entre dos grandes facciones enfrentadas y que había condenado a la compañía a un bloqueo en la toma de decisiones.

Ayer, de los 110 compromisarios asistentes a la asamblea (otros 6 no acudieron), 62 (el 57,31%) apoyaron la gestión, las cuentas y el reparto de beneficios; 47 (41,56%) los rechazaron y un compromisario (1,13%) se abstuvo.

Clas -socio hegemónico de la compañía láctea CAPSA- declaró un beneficio de 3,11 millones en 2009, algo más del triple que en 2008, cuando ganó 958.000 euros. La compañía sostuvo en un comunicado que «las cuentas de 2009 han sido muy positivas» y más «en un año como 2009, inmerso en la grave crisis económica mundial» y en las «dificultades muy importantes» que afectan al sector lácteo.

Clas tuvo un resultado de explotación negativo de 3,02 millones, en buena medida atribuible a que ha estado abonando a sus proveedores de materia prima, los ganaderos, un precio por la leche superior a la media del mercado. Los ingresos financieros, por un monto de 6,18 millones (dividendos por los beneficios de CAPSA y otras sociedades participadas) le permitió arrojar una resultado favorable de 3,118 millones.

De esta cantidad, la asamblea aprobó destinar a los socios un importe algo superior a1,31 millones. De ellos, 1,08 millones son en concepto de reparto de ganancias (a razón de 0,3 céntimos por cada euro de participación nominal en el capital de la sociedad) y otros 236.000 euros, como intereses. Otros 156.000 euros se destinaron al fondo social de la sociedad y 1,6 millones pasaron a reservas de Clas.

Por solicitud del registro de las sociedades agrarias de transformación, y para adecuar la reciente reforma de estatutos de Clas (aprobada en diciembre) al decreto regulador de la SAT, se modificó la redacción de dos artículos societarios. El sexto especificará el importe del capital social de Clas y el 96º regulará el «quórum» necesario para disolver o transformar la sociedad: se exigirá dos tercios en primera convocatoria y mayoría simple en segunda siempre que esté representado el 50% del capital. La reforma obtuvo 63 síes (58,21%), 3 noes (2,93%) y 44 abstenciones (38,86).

La Tercera Vía se abstuvo pero no votó en contra al entender que esta modificación blinda más a la SAT que el texto aprobado en diciembre, y que este grupo rechazó.

El otro colectivo crítico (los pasivos que han pasado a la oposición, y que forman parte de la corriente que sostuvo ante los tribunales sin éxito su discriminación en la capacidad de voto y elección) aducen que están «marginados» económicamente y que el daño en beneficio de los activos es de 5 millones.