Tras las medidas para reducir el riesgo sistémico en la zona euro, esta semana Alemania dio un paso más y prohibió las ventas a corto de Credit Default Swaps (CDS) , activos para cubrir el riesgo de impago de la deuda. Una medida para estabilizar el precio de los CDS y de paso el de los activos que cubre, es decir, deuda periférica. Una medida que sorprendió al mercado, porque no estaba consensuada, y que provocó otra similar en Italia, que suprimió la valoración «mark to market» (de mercado) para estos activos, es decir, les quitó volatilidad de un plumazo. Lo que subyace en estas decisiones son las dudas que tiene el mercado sobre el efecto de los ajustes en los países periféricos del euro (España, Grecia, Portugal, Irlanda).

Dudas que desde el punto de vista macro no están muy justificadas. En EE.UU. han mejorado los datos de consumo, confirmando las expectativas favorables de recuperación económica, lo que ha llevado a la FED a revisar al alza las previsiones del crecimiento para 2010, situándolas entre el 3,2% y el 3,7%. Por el contrario, en España las medidas ya concretadas por el Gobierno han hecho bajar la previsión de crecimiento para 2011 al 1,3%, frente al 1,8% anterior. El dato favorable de la semana ha sido la emisión de bonos del Estado a 10 años, sobre todo si se compara con la de letras del Tesoro a 12 y 18 meses de la misma semana: se ha cubierto la demanda, la TIR ha estado 5 puntos por debajo del secundario, y se ha enviado un mensaje positivo cara a los próximos vencimientos de deuda.

Otra discrepancia entre la percepción del mercado y el panorama macro se produce en las rentabilidades de la deuda alemana, en mínimos históricos (0,43% a 2 años y 2.65% a10 años), que responde solamente a un movimiento de «huida hacia la calidad». En cuanto al euro, ha logrado corregir algo las fuertes cesiones y estabilizarse en la zona cercana a la referencia 1,25 euro/dólar. En este movimiento cabe pensar que los rumores de una posible intervención del BCE en apoyo de la divisa europea podrían haber tenido algo que ver.

Mientras tanto, la renta variable continúa en clave de alta volatilidad, en la medida que no se reduce el factor de riesgo en la zona euro. En fechas muy recientes, se han producido en el Ibex caídas muy pronunciadas (-6,64%) y subidas históricas (14,43%). Una volatilidad que podría irse diluyendo la semana que viene, a tenor de ciertos factores que podrían influir positivamente: los vencimientos de la deuda española más próximos, que se esperan satisfactorios; la evolución del euro, el termómetro que indica si la gestión de la crisis por parte de las autoridades es la correcta o no; los resultados empresariales, que siguen siendo buenos pese al entorno; y la estabilización de los diferenciales de la deuda española frente al Bund, en torno a 125-130 puntos básicos, que es un síntoma de que se frena la prima de riesgo. Se espera por tanto una semana más tranquila, con una zona de rebote en niveles de 9.130 puntos.