Oviedo, Marián MARTÍNEZ

La patronal del metal asturiano, Femetal, exige al Principado una apuesta clara por la formación profesional en el sector, para garantizar el relevo generacional, y critica que los jóvenes asturianos y sus padres no se fijen en un sector con futuro que ofrece trabajo fijo, con un buen convenio colectivo, seguridad jurídica, formación y avances tecnológicos. El metal creó 700 empleos en el primer trimestre del año respecto al mismo período del año anterior y su actividad productiva, en plena crisis, ha aumentado un 3,81% después de un largo período de descensos.

El sector necesita jóvenes con formación profesional que se complementen con prácticas en la empresa, para conseguir expertos oficiales en soldaduras de distintos materiales y posiciones, caldereros que sepan interpretación de planos, tuberos, matriceros y fresadores entre otros. Los oficios de siempre adaptados a los avances tecnológicos actuales.

El momento de crisis debe servir, afirma Femetal, para prepararse de cara al futuro. Y uno de los retos, quizás el más preocupante, es la dificultad que va a suponer el recambio generacional. La pirámide poblacional indica que en los próximos diez años habrá un 30 por ciento menos de jóvenes en la horquilla comprendida entre los 25 y los 35 años. Y es ahora, según la patronal del sector, cuando hay que empezar a prepararles para que puedan decidir su futuro profesional. «Como consecuencia del subsiguiente mercado laboral, los mencionados jóvenes y sus padres, no fijan sus ojos en el metal como sector de futuro, y por el contrario, inducidos por un espejismo de falsa modernidad, dirigen sus pasos hacia otras actividades, con una escasa oferta real de trabajo, junto a una alta precariedad, donde es muy difícil llevar a cabo un normal desarrollo humano y profesional», asegura Femetal en el editorial de su último «Boletín de coyuntura».

El metal representa el 10% del PIB asturiano. Las 1.400 empresas que conforman el sector suman 27.800 empleos, de los que aproximadamente el 86% son indefinidos, según Femetal. De ahí sus críticas al cierre de centros de formación profesional. Femetal reclama a la Consejería de Educación que no desmantele centros por falta de matriculaciones, sino que los mantenga en «stand by» y se desarrollen políticas de captación de alumnos. El Servicio Público de Empleo también debe colaborar, orientando a los jóvenes y los desempleados hacia el metal y ofreciendo cursos de formación, para lo que Femetal ofrece su colaboración.

En esta red de trabajo también se deben implicar los empresarios, a los que Femetal reclama un esfuerzo en su política de gestión y hábitos para hacer más atractivo el sector. Y además, les plantea la posibilidad de buscar fórmulas jurídicas para que no se «roben» entre ellas al personal ante la carencia de encontrar trabajadores cualificados.